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Nueve infantes de la fundación fueron recibidos ayer en el aeropuerto. (Consuelo Javier/SIPSE)
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Rubi Velázquez/SIPSE
CANCÚN, Q. Roo.- Cargando muñecos de peluche, sonrientes y portando playeras en color morado, arribaron ayer a las 14 horas al Aeropuerto Internacional de Cancún, procedentes de Disney World, nueve pequeños, integrantes de Fundación Aitana, que trabaja con familias afectadas por el cáncer.

Los primeros en aparecer por la puerta de salidas internacionales fueron Emmanuel y Emiliano, ambos de ocho años, con maleta en mano, y algunos accesorios de los personajes de caricaturas vistos en el viaje.

“Nos divertimos muchisísimo, pero si nos faltaron muchas”

Siendo los más pequeños del grupo, desde antes de partir ya preparaban sus mejores bromas para hacer “más agradable el viaje”, sin embargo, no lograron agotar su repertorio.

“Nos divertimos muchisísimo, pero si nos faltaron muchas”, dijo Emmanuel, cuando de pronto fue interrumpido por Emiliano, quien quería contar al equipo de Novedades Quintana Roo que, aunque pequeños, lograron hacer casi todas las actividades que los grandes y que ningún juego mecánico les dio miedo. 

A pesar de que las edades de los viajeros van de los ocho a 20 años, más que una diferencia o desventaja para las actividades, para ellos fue una oportunidad de convivir con quienes se han convertido en grandes amigos, siendo apoyo y refugio de las afectaciones que ha dejado en sus vidas la enfermedad.  

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Por su parte, Montserrat, Viridiana, Rosa Isela, Inara, Karla, Aylin y Jesús, comentaron que la meta fue cumplida, ya que la excelente compañía, disposición y atracciones, hicieron del viaje algo inolvidable.

“Lo mejor fue el juego en el que subías y subías como si fueras en un elevador y de repente desde muy alto, te dejaban caer de golpe”, dijo Monserrat, de 11 años, hermana de un “ángel”; Camila, quien realizó el mismo viaje en 2014 y que a su regreso le platicó cada una de las cosas que había hecho y de los personajes que conoció.

Para Viridiana, el viaje no sólo fue un premio a su valentía por superar la enfermedad, sino como una gran aventura, ya que fue la primera vez que se subió a un avión.

“Increíble”, fue como definió el viaje Rosa Isela, ya que al ser de las más grandes del grupo y saber que era una oportunidad que debía aprovechar al máximo, logró poner en práctica las palabras que conoce en inglés.

"Mucha gente cercana colaboró y es lo que quiso hacer mi corazón en beneficio de quienes aprendo cada día”

“Como te dije antes de irme, ya no tenía tiempo para perfeccionar el idioma, pero al menos tres palabras claves me salieron bien: hola, baño y adiós”, dijo mientras que todos los presentes se reían.
Al preguntar si alguno extrañó a sus papás, se escuchó la voz de uno de los más pequeños quien dijo “nou, nou nou”, comprobando que su inglés también fue practicado durante el viaje. 

Con una gran sonrisa Karla, Inara y Aylin, fueron las encargadas de pedir un fuerte abrazo para quien hiciera posible que el sueño de viajar a Disney se cumpliera, así que con el grito “bolita a chinos”, se dirigieron a su benefactor agradeciendo de ese modo por todo lo vivido.

“No lo hice solo, mucha gente cercana colaboró y es lo que quiso hacer mi corazón en beneficio de quienes aprendo cada día”, dijo “chinos”, quien es sobreviviente de cáncer de piel y ha luchado el último año por juntar el dinero y hacer realidad el sueño de estos pequeños.  

“No se trata simplemente de una salida o un viaje, se trata de un incentivo para que los niños jamás dejen de luchar sin importar las adversidades”, comentó Yusi Evelyn Dzib Echeverría, presidenta del organismo civil, quien trabaja con familias afectadas por el cáncer. 

Fundación Aitana se ha preocupado por el bienestar de las familias completas, y por ello, en los viajes y actividades que realiza, se incluye a los hermanos de “ángeles”, pequeños que lucharon con la enfermedad y que “lamentablemente ya no están”.

En esta ocasión se contemplaron cinco hermanos de “ángeles”, quienes junto con una guerrera y dos pacientes en vigilancia, disfrutaron su visita al mundo de Disney.

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