Alejandra Flores/SIPSE
CANCÚN, Q. Roo.- La Carpita Teatro abre sus puertas y dispone su escenario para el estreno, el próximo 26 de febrero a las 8 de la noche, de la puesta en escena “Un busto al cuerpo”, original de Ernesto Caballero y bajo la dirección de Manuel Blanch.

La obra trata de “Tres mujeres de tres generaciones distintas para las que inesperadamente su cuerpo se ha convertido en problemático”, explica Carmen Vargas, quien comparte créditos en la actuación con Rubí Rosado y Erika De La Torre.

Es una comedia “aparentemente ligera”, que alude “a una inquietud de todos compartida: la posibilidad de cambiar nuestro cuerpo. Una posibilidad que sin embargo, en esta obra se muestra como algo conflictivo, perturbador, por mucho que tratemos de convencernos de que se trata de algo cotidiano y que roza, incluso, la frivolidad”, explicó.

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Para Carmen Vargas, éstas tres mujeres representan todo un imaginario colectivo que habiendo perdido las referencias tradicionales en lo que a otro tipo de valores se refiere, se centra hoy en día, de manera agónica y obsesiva, en el cultivo de la propia imagen.

La obra habla de una fantasía que, acota la actriz “ha estado presente desde Pigmalión hasta Pinocho”. Lo curioso es que “parece que cada vez es menos un sueño, pues la tecnología y la ciencia médica hacen posible hoy en día el milagro de modelar ‘a la carta’ nuestro aspecto físico, sólo que no es un sueño apacible”.

Interesante montaje escénico en el que los personajes estarán sometidos a una constante transformación no sólo física, sino en sus relaciones, para con ellos mismos, y para con los demás.

Es una obra que pretende exponer con humor, recurriendo con ironía a un formato de comedia de ingenio, "las vicisitudes del que hoy por hoy parece ser el único espacio real de intervención social, y por tanto, de posibilidad de transgresión: nuestro propio cuerpo", concluyó la actriz.