Organizaciones civiles y dependencias sanitarias y de protección a grupos vulnerables advierten sobre un aumento en el número de personas en situación de calle en Quintana Roo, debido a que miles perdieron lo poco que tenían a causa de la pandemia de COVID-19.

La psicóloga Paola Várguez Castillo, integrante del Sistema para el Desarrollo Integral de la Familia del Estado; explicó que hasta inicios de 2019 atendían diariamente a tres o cinco personas sin hogar en las oficinas de Chetumal, pero desde que inició la contingencia sanitaria, su número aumentó de manera significativa: hoy son más de 15 quienes a diario solicitan ayuda.

“En Cancún y Solidaridad la situación es aún más crítica. Las delegaciones locales del DIF registran entre 50 a 80 personas en situación de calle solicitando ayuda, cuando hace un año eran entre 15 a 20. El 60% son adultos mayores, y el 20%, menores de edad. No tenemos números exactos de la población que se encuentra en esa situación, ya que se trata de una población flotante”.

De la cantidad de personas atendidas, las estimaciones señalan que cuatro de cada 10 adultos mayores en indigencia padecen enfermedades mentales, mientras que la mayoría de los niños, problemas de desnutrición.

La asociación civil “Comedor Milagros”, de Chetumal, reporta que antes de la pandemia, diariamente ofrecían comida a cerca de 30 personas en situación de indigencia, pero hoy son 160 los que todos los días se colocan a la entrada del comedor -ubicado sobre la avenida Calzada Veracruz-, para recibir un plato de comida.

“Es preocupante el aumento de este grupo vulnerable. Cada vez son más las personas que lo han perdido todo por culpa de la pandemia y necesitan ayuda. Pronto llegaremos al límite y no podremos hacer nada para ayudarlos”, lamentó la psicóloga.

Añadió que al menos 40 mil personas de Cancún, Playa del Carmen y Chetumal están a punto de sumarse a este grupo, ya que se encuentran en el umbral de la pobreza extrema, sin empleo y sin una vivienda propia.

“Los datos del Consejo Nacional de Evaluación de la Pobreza nos da un aproximado de cuántas personas se encuentran en riesgo de terminar en la calle, debido a que carecen de casi todo: vivienda, servicios básicos, sueldo mínimo, y por la pandemia su vida se complicó aún más”.

Otro grupo importante en esta situación es el de adultos mayores, que ante la crisis económica por la que estamos atravesando, son echados de sus hogares por sus familiares y conocidos, ya que los consideran “una carga”.

La especialista añade que aunque el abandonar a los adultos mayores es un delito penado por las leyes estatales con hasta cinco años de cárcel, debido a que no se presentan denuncia en su contra sus acciones no son perseguidas ni castigadas.

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