Yesenia Barradas/SIPSE
PLAYA DEL CARMEN, Q. Roo.-  “Lo único que uno pide es regresar de nuevo a casa”, es la expresión de las mujeres policías que son madres, que no sólo se enfrentan al peligro y a los delincuentes cuando resguardan las calles o desde su trinchera en las oficinas, sino que al regresar a casa, asumen el rol más importante de sus vidas, el de madre.

Las vidas de Rosa Irene  y de Iveth Mendoza no son muy diferentes; la primera pasa turnos de 24 por 24 horas resguardando la seguridad en las calles de Playa del Carmen, mientras que Iveth trabaja arduamente en el proceso interno tratando todos los días con una tropa preponderantemente masculina, pero ambas se unen por su amor al oficio policial y por la bendición de ser madres.

Iveth coincide con Rosa Irene en que cuando hay algún peligro, cuando detienen a un delincuente el primer pensamiento que llega a sus mente es el de sus hijos, el temor de dejarlos solos sin el amor de madre.

"Por las dos"

“Si te propones algo lo logras, yo me planteo objetivos y voy tras ellos y se cumplen, me propuse tener mi casa y pues gracias a Dios lo logré y también mi cochecito y poco a poco las cosas llegan, el caso es estar mejor con mi niña, por ella, por las dos”, reveló Iveth Mendoza.