Claudia Olavarría/SIPSE
CANCÚN, Q. Roo.- El paisaje que ofrece recorrer el bulevar Kukulcán es diferente si se hace a pie, en transporte urbano o vehículo, pero en cada caso es una grata experiencia que logra acaparar la atención del individuo, aún cuando el recorrido se realice a diario.

El bulevar divide el mar, y el Sistema Lagunar Nichupté conecta a la zona de playas con el centro de la ciudad y el Aeropuerto Internacional de Cancún, vialidad por la que diariamente circulan en promedio 72 mil vehículos motorizados, cifra que arrojó un estudio de la Secretaría de Comunicaciones y Transportes (SCT) realizado el año pasado, previo a los trabajos de repavimentación, mientras que la Dirección de Transito Municipal señala que diariamente circulan por esa vialidad 45 mil automotores, número que puede llegar a los 80 o 90 mil en temporada vacacional (Semana Santa, verano o invierno).

En horas pico (entrada y salida de los empleados), de siete a nueve horas, y de 17 a 21, los dos cuerpos de cuatro carriles se vuelven insuficientes y el tráfico se desquicia, lo mismo pasa en un operativo policíaco, celebración de un evento deportivo masivo o un accidente, en el que se hacen largas filas de hasta tres kilómetros de autos a vuelta de rueda.

Administraciones municipales y estatales han reconocido el problema y la vulnerabilidad de la zona de playas ante una contingencia, por lo que han propuesto algunas soluciones que se quedan en el papel y no se trasladan a los hechos.

Una solución es la construcción de una vía alterna, pero hasta el momento no han decidido nada; una de las propuestas fue la construcción de puentes viales que atraviesen el Sistema Lagunar Nichupté, proyecto para el cual se requiere una millonaria inversión y podría ser viable; obra que se comentó mucho y luego se echó al olvido. Otras más fue la construcción de puentes en determinados puntos de congestionamiento vial, y lo último ha sido la creación de un sistema de transporte acuático.