Alejandra Carrión/SIPSE
CHETUMAL, Q. Roo.- Más de 107 mil personas de cinco municipios de Quintana Roo, viven en pobreza extrema, es decir 7% del total de los habitantes, según el último estudio del Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social (Coneval).

Marybel Villegas Canché, delegada de la Secretaría de Desarrollo Social (Sedesol), indicó que esperan los últimos resultados, levantados en el 2016, para saber si los índices de pobreza bajaron o aumentaron. 

También te puede interesar: Cruzada contra el Hambre no reduce la pobreza (Video)

Explicó, que una persona es considerada en pobreza extrema si tiene tres o más de los indicadores que evalúa la Coneval: 

• carencia por acceso a los servicios de salud, 
• carencia por acceso a la seguridad social, 
• carencia por calidad y espacios en la vivienda, 
• a los servicios básicos en la vivienda y 
• carencia por acceso a la alimentación.

Dijo que para esas deficiencias, la Sedesol tiene programas para abatir la pobreza y hasta el momento han llevado a cabo 4 mil acciones, principalmente en los municipios de José María Morelos, Felipe Carrillo Puerto, Lázaro Cárdenas, Othón P. Blanco y Bacalar.

“En cuanto a la alimentación tenemos 76 comedores, en educación estamos trabajando con el IEEA para que los hombres y mujeres que no tienen un certificado de primaria o secundaria pueda obtenerlo; en el tema de la salud, que estén incorporados al Seguro Popular”, dijo.

Quintana Roo, indicó, hasta la última evaluación de la Coneval en 2014, está por debajo de la media nacional que es de 11% de pobreza extrema.

“No puedo dar una opinión sobre si se ha incrementado, finalmente tenemos que tener la última encuesta de la Coneval, que seguramente nos dirá si estamos en la estrategia correcta”, dijo.

De acuerdo con el Coneval, Quintana Roo, registró en la última medición un 7% de la población en pobreza extrema, es decir 107 mil personas en esa condición y 28.9% en pobreza moderada, que se traduce a 445 mil habitantes.

En contraste, 365 mil habitantes, que representa el 23.7% de la población en el Estado, está considerada por el Coneval como no pobre y no vulnerable.