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En las instalaciones del edificio todavía se respira temor entre el personal. (Redacción)
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Redacción
CANCÚN, Q. Roo.- “Donde está su cabeza jóvenes”, fue la frase que empleó el director general de la Policía Ministerial, Jesús Mena Paullada, al encontrar relajados a los elementos policíacos encargados de la vigilancia de la entrada a las instalaciones de la Vicefiscalía, la cual se incremento a raíz del ataque que sufrieron el martes pasado.

En las instalaciones del edificio gubernamental aun se respira temor por el día de los hechos, al que le pusieron los funcionarios públicos “martes negro”.

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Son muchas versiones y anécdotas las que se cuentan en el inmueble, después de los hechos, algunas dicen que los sicarios si ingresaron a los pasillos del edificio y que iban gritando nombres de funcionarios por los que iban.

Otras señalaron que los pistoleros ingresaron a las oficinas del Fiscal, sacaron a las secretarias, pero no les hicieron nada; una más, fue una oficial secretaria, quien después de que pasó la primera balacera, salió corriendo de las instalaciones sin importarle que afuera seguía el intercambio de balas entre delincuentes y policías.

En la capilla de la Policía Ministerial, donde tienen a San Judas Tadeo y que es flanqueada por 23 fotografías de funcionarios públicos que han caído en cumplimiento de su deber, que fallecieron por enfermedad o en otras circunstancias.

El altar ya tiene la fotografía del policía ministerial José Humberto Mora Ochoa, está dentro de los caídos en cumplimiento de su deber, al lado una corona en su honor.

A cinco días del ataque contra las instalaciones de la Vicefiscalía, el edificio continúa vulnerable, no existe un control de personas que entrar o salen del edificio, ni hacen revisiones.

Incluso hay un dron que está sobrevolando la zona, pero piensan que es de algún medio informativo, pero tampoco despejan su duda que podría ser algún miembro de la delincuencia organizada que los esté espiando.

“Es su vida muchachos”, les dijo Mena Paullada, a los elementos policíacos que encontró relajados, en la supuesta guardia que están haciendo al frente del edificio, después se retiró a sus oficinas.

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