Problemas psicológicos llevan a 375 niños hasta el DIF

Se requiere un mínimo de 12 sesiones para que se obtengan resultados favorables.

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El espacio se encarga de brindar atención por parte de profesionales a personas que se encuentran afectadas por cuestiones emocionales. (Tomás Álvarez/SIPSE)
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Rubi Velázquez/SIPSE
CANCÚN, Q. Roo.- Un total de 375 menores de edad son atendidos en el área de psicología del Sistema Desarrollo Integral de la Familia (DIF) y requieren de por lo menos tres meses de tratamiento.

La institución tiene un total de mil 500 pacientes en el área psicológica y que 25% de esa población son menores de edad que requieren terapia psicológica por diversas cuestiones, afirmó Evelyn Parra Sánchez, coordinadora del área en DIF.

El espacio se encarga de brindar atención por parte de profesionales a personas que se encuentran afectadas por cuestiones emocionales y para ello se apoyan de diversos tipos de terapia que den una solución viable a cada caso.

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Ejemplo de ello es la terapia frente a frente y la terapia grupal, ambas dirigidas a diferentes sectores de la población de acuerdo a rangos de edades que van de los cinco a los ocho años, de los nueve a los 10, de 11 a 13 y de 15 a 18.

Asimismo destacó que se requiere un mínimo de 12 sesiones para que se obtengan resultados y el procedimiento que sigue la institución, es realizar una sesión semanal, por lo que alrededor de tres meses se contempla que duren las terapias.

Sin embargo no hay un tiempo determinado para cada persona, ya que cada una tiene su propio ritmo para superar o sobreponerse a las situaciones que los afectan.

Costo por sesión 

El DIF maneja una cuota de recuperación de 30 pesos por sesión, misma que afirmaron ha permanecido vigente durante los últimos años y en apoyo a la economía familiar.

Uno de los beneficiados es Pedro, de 10 años de edad, quien asiste a las terapias por recomendación de la escuela primaria a la que acude, y debido a mal comportamiento en clase por presentar hiperactividad.

Después de seis sesiones, él ha “mejorado considerablemente” su comportamiento en clase según indicó Jacinta Poot, abuela del menor y por ello continuará asistiendo hasta ser dado de alta por los especialistas en psicología que atienden en el lugar.

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