Teresa Pérez/SIPSE
SAN CRISTÓBAL DE LAS CASAS, Chiapas.- En su recorrido del Papa Francisco hacia la Catedral de San Cristóbal de las Casas, en Chiapas, se contagió del júbilo de los feligreses quienes aplaudieron a su encuentro, los cánticos y las bendiciones se escuchaban de todos lados, miles de fieles lo acompañaron hasta el recinto para la visita de los enfermos.

En dicho lugar se detuvo a orar en la tumba del obispo Samuel Ruiz y realizó un recorrido en el templo en el que 500 enfermos y familiares lo recibieron cantando, antes de partir oró por ellos y pidió a los presentes rezaran también por él.

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Apenas una horas antes, el Papa se había contagiado por la oración de un sacerdote indígena durante la Santa Misa realizada en el campo deportivo, ahora el recuerdo de San Cristóbal lo tendrá presente, pues a su salida, los aplausos y el júbilo siguieron, la gente desbordada por la euforia, el sol que no dio tregua a más de uno le hizo recibir atención médica por el golpe de calor y por la emoción de saberlo cerca.

Le demuestran su amor 

Otros grupos coreaban a Francisco su amor, otros más lloraban, pues era una despedida, el Papa sonreía, se veía contento, contagiado por el pueblo mexicano.

Había valido la pena la espera, quienes no pudieron acudir a la misa tuvieron un lugar en la explanada de la catedral, hubo quien llegó desde las 5:00 horas para despedir a Jorge Mario Bergolio, quien salió de San Cristóbal poco más de las 15:20 horas con dirección hacia Tuxtla Gutiérrez para convivir con más de 100 mil familias en el estadio de fútbol del equipo Jaguares, “Víctor Manuel Reyna”.