Claudia Martín/SIPSE
CHETUMAL, Q. Roo.- Los mínimos resultados de recuperación en la veda de cinco años al caracol rosado provocaron un malestar entre los pescadores que se niegan a repetir esta hazaña, particularmente por ver sacrificada su economía.

Las pérdidas para las tres cooperativas pesqueras por dejar de capturar el molusco ascienden a casi cuatro millones de pesos.

El caracol sólo se ha recuperado en la medida que se han dejado de pescar 12 toneladas anuales, explicó Jaime Medina Flores, presidente del Consejo Asesor de la Reserva de la Biosfera Banco Chinchorro.

Denunció que ni la Procuraduría Federal de Protección al Ambiente (Profepa) ni la Comisión Nacional de Pesca (Conapesca) han cumplido con el monitoreo de la reserva donde se reproduce la especie.

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 “Si los inspectores han ido una vez a Banco Chinchorro es mucho decir, la verdad es que lo tienen abandonado. No han cumplido con la vigilancia del sitio y por eso los furtivos siguen sacando caracol y vendiéndolo de casa en casa. Hemos hecho más inspecciones nosotros que ellos, pero no tenemos las mismas facultades”, dijo el presidente del Consejo Asesor de la Reserva.

Andrés Quintana Roo, Langosteros del Caribe y Banco Chinchorro son las únicas tres cooperativas autorizadas para la captura de caracol en el área natural protegida, sólo que la veda de cinco años concluirá oficialmente el 28 de febrero del 2017.

Medina Flores insistió en que el fin de la veda era recuperar 80% de más, cuando menos 60 toneladas, lo cual no se logró “ni se va lograr al finalizar el período, porque no hay vigilancia”, consideró.

Recordó que en 2014 se ampliaron los polígonos de la veda desde Punta Herrero hasta Bacalar Chico y Chinchorro, pero tampoco logró mayor recuperación; por el contrario facilitó su labor a los pescadores furtivos.