Regala satisfacción y sonrisas la equinoterapia
Las terapias son individuales y diferentes, de acuerdo a las características de cada persona.
Licety Díaz/SIPSE
PLAYA DEL CARMEN, Q. Roo.- Niños, adolescentes y adultos con discapacidades y déficit de atención tienen un espacio para rehabilitarse física y mentalmente por medio de una herramienta terapéutica, el caballo.
“No sabía nada de los equinos, me tuve que capacitar por un año para poder tomar el proyecto porque me gusta los animales y ayudar a los niños con diferentes problemas”, señaló Brenda Ruiz Rojas, fundadora y presidenta de Equinoterapia Kuxtal.
Aprenden diferentes técnicas, desde el contacto con el caballo hasta cómo agarrar las riendas, hacerlo caminar, trotar, como manejar las piernas, además de realizar juegos con obstáculos. Una vez aclimatados llegan a montar solos, sin la asistencia de un guía.
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Las terapias
Los que inician parten de un diagnóstico que les hacen a los papás para ver cómo están clínicamente sus hijos, la atención en la casa, para poder trabajarlos, se modifica el plan si no responden, pues no se le obliga al niño, pues lo que se pretende es que aprovechen las bondades del caballo.
Las terapias son individuales y diferentes, de acuerdo a las características de cada uno.
El precio es de bajo costo a lo mucho 100 pesos por sesión, cuando oscila en los 500 por lo general.
El Estado avanza en esta práctica, cuando empezaron solo existía en Cozumel, ahora hay en Cancún, Tulum, Chetumal y Playa del Carmen.
Querétaro y Puebla, son los estados más avanzados en el país en la equinoterapia.
Testimonio
Isaac es autista, tiene 10 años, es el más antiguo que de manera constante está en terapia, las toma dos veces a la semana y no falta.
“Viene desde que tiene seis años, la verdad ha mejorado mucho, antes no tenía contacto visual con nadie, y la terapia lo ha ayudado a relajarse”, señaló Montserrat Ortiz Vélez, mamá.
Era un niño muy interactivo que no obedecía órdenes, ahora ya espera su turno, ya se deja tocar incluso por mi algo que antes no hacía, y tiene comunicación con las personas.
“Las mejoras son notables, ya cabalga solo, el gusto por estos animales lo alentó al contacto físico a expresar amor”, agregó Carlos Latorre, papá.