Teresa Pérez/SIPSE
CANCÚN, Q. Roo.- El Colegio de Ingenieros en Quintana Roo formalizó elaborar el peritaje en por lo menos 11 de los 20 edificios que se encuentran en mal estado del fraccionamiento Los Corales, al solicitar los habitantes un estudio minucioso de la estructura de cada inmueble y buscar la viabilidad de recuperar sus viviendas.

Ana Gardelia Moreno Mex, presidenta del colegio, comentó que por ahora esperarán a que cada familia interesada llegue y acredite su propiedad, pues el estudio se hará en cada departamento y espera reunir los expedientes de los interesados para iniciar con el estudio. 

A finales de junio pasado, dos personas que habitaban el edificio 1 del fraccionamiento Corales, en la Supermanzana 77, cayeron del cuarto piso al desplomarse las escaleras.

También te puede interesar: ‘Blindarán’ Corales plus para evitar invasiones

En un primer peritaje se analizaron residuos de concreto, vigas, losas, escalones y varillas, y el informe refirió que la vida útil de estos edificios es de 50 años, pero en este caso, por no llevar a cabo el mantenimiento correspondiente, a sus 28 años son considerados un riesgo para sus ocupantes: un total de 400 familias.

De acuerdo con el dictamen del laboratorio de Concreto y Mecánica de Suelos Ingenierías Estructurales, al encontrarse en una zona de alta salinidad y carecer de mantenimiento, el edificio concluyó su vida útil.

Pese a dicho informe, los residentes de Corales no pierden la esperanza para volver a edificar sus viviendas, pues refieren que éste es su único patrimonio.

Edificio clausurado

A más de medio año del evento, que dejó a más de 15 familias fuera de su hogar, en el edificio clausurado por Protección Civil habitan tres personas, pese a la recomendación de la autoridad de mantenerse fuera de él.

El panorama es el mismo en todos los edificios, los techos de las zotehuelas evidencian el deterioro, las varillas se asoman entre el cemento ya agrietado, escaleras huecas, paredes humedecidas y techos vencidos.

De acuerdo con el Colegio de Ingenieros, el fraccionamiento fue edificado bajo un modelo de construcción “prefabricado”, no apto por el tipo de suelo, pues al utilizar elementos de sujeción de acero en la estructura, material que quedó expuesto a los sedimentos, con el tiempo comenzó su proceso de desgaste.