Irelis Leal/SIPSE
PLAYA DEL CARMEN, Q. Roo.- Luego de algunas semanas de tensión, los invasores de In House respiran calma y tranquilidad; al menos es lo que dicen.  En el lugar se observan  personas ir y venir de sus actividades cotidianas, aunque a varios metros de la avenida Lilis, solo se escucha el ruido de motosierras y machetazos, de quienes construyen un patrimonio en este predio.

Sin dar sus nombres, los habitantes señalan que no hay patrullas que ronden el área.  La vigilancia de los tres grupos en los que se dividió la invasión de los terrenos de In House, está a cargo de quienes viven allá:  que hacen guardias por turnos de 8 a 12 horas, y siempre hay alguien al pendiente de la entrada y salida de los habitantes, pues luego del intento de desalojo no se sienten seguros.

El primer predio cercano a 300 metros de la avenida Constituyentes es el mejor organizado, pues constuyeron una entrada con ramas, alambres, sogas y mantas es la que recibe a los habitantes quienes pasan por un filtro, donde el vigilante reconoce a los pobladores, que tienen un pase de entrada  o en su caso da aviso a las personas cuando tienen visitas.

Pretenden pagar

Desde las 4 a las 23 horas realizan limpieza de terrenos, construcción de lo que serán, dicen, “sus hogares”. Hoy  ya tienen construidas 20 palapas y siguen en ese proceso otras 80, para contar con un total de cien en ese primer asentamiento.

Los habitantes señalan que aunque no han tenido respuesta directa de las autoridades, están conscientes de que es un acto ilegal lo que realizan, pero apuntan que estos terrenos no los van a obtener de manera gratuita, pues pretenden pagarlos, eso sí de acuerdo a la posibilidad de cada  persona, ya que ha sido la única manera de obtener un patrimonio luego de 20 o 40 años de vivir en Playa del Carmen.