En ruinas y abandono, escenario de ejecuciones en Cancún
Basura, restos de sangre y graffiti, es lo que queda en los bares víctimas del narco.
Eric Galindo/SIPSE
CANCÚN, Quintana Roo.- Paredes y techos tiznados, pisos con manchas antiguas de sangre, frascos con restos putrefactos de especies, son las marcas de la violencia que aún perduran en los edificios abandonados, en que su momento de bonanza fueron conocidos como “Castillo del Mar”, “La Sirenita” o “Santinos”, entre muchos más.
'Castillo del Mar'
Siete años han pasado de la tragedia del bar “Castillo del Mar”, que se ubica sobre la avenida Leona Vicario en la Región 229, era la madrugada de un martes de septiembre cuando unos sujetos aventaron bombas molotov en el interior.
Esa madrugada murieron seis mujeres y dos hombres, todos trabajadores del lugar, intoxicados por el humo pues los sujetos los encerraron.
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El dueño, conocido como “Tavo”, semanas antes había recibido amenazas por negarse a pagar el derecho de piso a la delincuencia organizada.
De “Tavo” nada se sabe, desapareció de la ciudad, lo que fue “Castillo del Mar” ahora son ruinas, publicidad y grafitis se ven en las paredes de su fachada construida en forma de castillo.
En la entrada principal aún se puede leer en la pared la inauguración del bar “16 de enero de 1997”, el tizne del techo es la evidencia de lo que sucedió aquél aciago día.
Los graffiti abundan en el interior, envases de cerveza y basura, evidencian que se ha convertido en un refugio para indigentes y drogadictos, según algunos vecinos. Es el “elefante blanco” de la Región 229.
'La Sirenita'
En las mismas condiciones se encuentra lo que era el bar “La Sirenita”, que se ubica sobre la avenida 20 de Noviembre, en la Región 233. En marzo de 2013, unos sujetos armados irrumpieron en el lugar y dispararon con armas de alto poder contra un grupo de personas que estaban en una mesa.
En esa ocasión murieron siete personas, entre ellos el subsecretario de conflictos del sindicato de taxistas “Andrés Quintana Roo”.
A cuatro años de la múltiple ejecución, el lugar está abandonado. La hierba ha crecido y la única evidencia que queda de la tragedia son las manchas secas de sangre que hay en el piso de concreto, y sobre un muro, un frasco con aceitunas en estado de putrefacción.
'Santino', en el primer cuadro
Otro de los bares abandonados es “Santino”, sobre la avenida Cobá en la Supermanzana 3, en pleno primer cuadro. En marzo de 2017, unos hombres dispararon contra el inmueble y en el interior quedó sin vida un guardia de seguridad privada.
El lugar ya fue liberado por la Fiscalía General del Estado (FGE) y aunque los accesos están cerrados, es evidente el abandono del lugar.
Otros han desaparecido
Sin embargo, es mucho más grande la lista de bares y locales que han cerrado sus puertas por hechos de violencia, como el “Sport Bar Ha-remmm”, ubicado en la Región 95, sobre la avenida Andrés Quintana Roo, que fue rafagueado en mayo de 2012. Incidente donde una mesera perdió la vida, y que ahora es una tienda de conveniencia.
En abril de 2017, el bar “Solid Club,” ubicado en la Supermanzana 70, sobre la avenida López Portillo, también fue blanco de la delincuencia organizada: en el ataque con arma de fuego murió un agente de seguridad del lugar. Actualmente, el local se encuentra cerrado.
Otros que también han sido víctimas de grupos delictivos, pero que aún operan, son el “Xtabay”, y “La Oficina”, donde también murieron personas.