Claudia Martín/SIPSE
CHETUMAL, Q. Roo.- A 17 años de que la Bahía de Chetumal fuera declarada Área Natural Protegida con la denominación de "Santuario del Manatí", esta lucha por sobrevivir. Para conmemorar la fecha la Secretaria de Ecología y Medio Ambiente (Sema) realizó un recorrido en la región, para vigilar el proyecto de monitoreo y atención a los mamíferos acuáticos.

El 24 de octubre de 1996 se declaró como Área Natural Protegida la región conocida como Bahía de Chetumal, con la categoría de zona sujeta a conservación ecológica "Santuario del Manatí"; abarca una superficie de 281 mil 320 hectáreas, de las cuales 180 mil son marinas; los principales ecosistemas que hay en esta área son: selva media y baja, petenes, manglares, humedales, aguadas, lagunas y potreros. El manatí es la especie más amenazada.

En el marco del festejo, personal de la Sema, del Fondo Mexicano de la Conservación de la Naturaleza AC y de la Asociación Amigos del SianKan, verificaron el proyecto de radiocomunicación para la cual se instaló una antena y equipo repetidor en la torre autosoportable con una altura de 80 metros y cobertura de de 90 kilómetros, permitiendo una comunicación segura, inmediata y en tiempo real desde cualquier punto del área protegida.

El equipo de radiocomunicación permite mantener una estrecha comunicación con el personal que administra el Santuario de la Vida Silvestre en la bahía de Corozal, Belice, para la coordinación de recorridos de vigilancia, operativos de monitoreo y atención de varamiento de mamíferos acuáticos.

Por su parte la directoral de Ecología Municipal, Gabriela Santana Duarte, dijo desconocer los festejos del 17 aniversario del nombramiento del "Santuario del Manatí".

“Esta es una reserva natural protegida a cargo del estado, desconozco si hicieron algún evento, pero no creo, porque no me llego la invitación”, acotó.

De acuerdo con investigaciones del Colegio de la Frontera Sur (Ecosur), el "Santuario del Manatí" enfrenta grandes riesgos y amenazas, producto de malas prácticas de agricultura en la zona rural; la falta de infraestructura para el saneamiento y tratamiento de aguas residuales de la capital del estado; la deforestación; el cambio de uso de suelo; la destrucción del paisaje; y la alteración a la línea de costa.