Los scooters eléctricos y las “moto-bicis” están incrementando su presencia en las zonas turísticas del estado sin ningún tipo de control, poniendo en riesgo la integridad física de sus usuarios y de terceros.

En Tulum, Playa del Carmen, Cozumel y Cancún cada vez son más comunes los sitios de renta de este tipo de unidades, que de acuerdo a la Ley General de Movilidad tienen estrictamente prohibido circular en las calles al ser consideradas unidades “recreativas”.

Sin embargo, esto no ha impedido que cientos de turistas y locales las utilicen sin casco o cualquier medida de protección hasta en las avenidas principales de Playa del Carmen y Tulum. El director de Tránsito en el Estado de Quintana Roo, Efraín García Chávez, explicó que se han registrado accidentes en donde se vieron involucrados usuarios de estas unidades, quienes al encontrarse en un “hueco sin resolver” de las normas de tránsito, actúan sin ser regulados.

Esto debido a que el Reglamento de Tránsito Estatal data de hace unos 30 años, cuando no existían este tipo de vehículos, cuyos mayores atractivos son dos puntos principales: el primero su costo, pues una bicicleta eléctrica se puede adquirir por seis mil pesos, con casi las mismas funciones que una motoneta de 20 mil pesos.

Mientras que en el caso del scooter eléctrico su precio ronda los 3 mil pesos. Estos últimos han ganado gran popularidad entre los jóvenes, pues se trata de vehículos que llegan a alcanzar velocidades de entre 10 a 35 kilómetros por hora. Con una sola carga de 40 minutos pueden lograr una autonomía de 25 kilómetros, siempre y cuando el peso de la persona no supere los 80 kilos.

Debido a que no están regulados, los agentes de Tránsito y del Instituto de Movilidad de Quintana Roo se han limitado a exhortar a sus usuarios a portar casco o utilizarlos en los espacios designados, aunque esto ha servido de muy poco. Las autoridades de Tránsito esperan que pronto se regule este tipo de unidades para actuar basados en la protección de la ciudadanía.