Octavio Martínez/SIPSE
PLAYA DEL CARMEN, Q. Roo.- El cierre del puerto, el recale de sargazo y el descubrimiento un cartucho de bengala que fue confundido según usuarios de las playas, por un artefacto explosivo, fueron los hechos más relevantes en la jornada sabatina playera, que llegó a reunir  alrededor de cinco mil personas en los principales arenales playeros de litoral solidarense. 

De acuerdo con José Gómez Burgos, secretario de la Cooperativa Turística de Playa del Carmen, el cierre del puerto que sucedió desde las 8:00 de la mañana de ayer, ocasionó pérdidas de aproximadamente 150 mil pesos, tan sólo este sábado, lo que significó que alrededor de 300 trabajadores dejaran de percibir esa cantidad. 

Recale de sargazo 

Gómez Burgos mencionó que los vientos del Este que se dejaron sentir ayer, ocasionaron excesivo recale de sargazo, el cual ensució el paisaje del litoral solidarense, además que el residuo orgánico que en otras ocasiones había sido enterrado, al mediodía del sábado despidió malos olores. 

Entre los hechos más destacados, estuvo el descubrimiento de un artefacto al perecer una bengala usada en las fiestas de fin de año, el cual fue confundido al presuntamente  con un torpedo, según reportaron elementos de la Dirección de Seguridad Pública. El hecho ocurrió en la playa ubicada en el principio de la avenida CTM.

De acuerdo con información extraoficial, al final el artefacto fue resguardado por elementos de la Secretaría de Marina Armada de México. Hasta el momento de la información se ha buscado una entrevista al respecto con el titular de Seguridad Pública, Rodolfo del Ángel Campos. 

Baja en las ganancias 

En lo que respecta a las ganancias que tuvieron ayer los prestadores de servicios turísticos, como masajistas y meseros, reportaron un 50% menos en comparación a hace una semana cuando el destino aún lucia atiborrado. 

De acuerdo con el jefe de los guardavidas, Pedro Morales Cantú, el parte de novedades fue de normalidad en la playa y solo se exhortó a personas que se encontraban con alto grado de intoxicación etílica a retirarse de los arenales y del agua.