En peligro la producción del maíz y el frijol
El calendario de quemas prohibió esta práctica durante mayo, por lo que sus milpas están llenas de maleza.
Javier Ortiz/SIPSE
BACALAR, Q. Roo.- Productores de maíz y frijol del municipio, corren el riesgo de no sembrar en esta temporada primavera-verano, en virtud de que se apegaron al calendario de quemas que establecieron las autoridades del ayuntamiento, que prohibía la quema de milpas durante el mes de mayo; sin embargo, a raíz de las primeras lluvias se encuentran imposibilitados de sembrar porque las milpas se encuentran llenas de maleza.
Calendario de quemas
En la comunidad de Otilio Montaño, al menos 215 ejidatarios resultarán afectados, de los cuales 106 son productores de maíz y 109 de frijol; quienes temen perder la siembra de al menos 240 hectáreas, en virtud de que no limpiaron a tiempo sus milpas, por ajustarse a las disposiciones de las autoridades que buscaban evitar algún incendio forestal.
Bernardo Jara Coste, comisariado ejidal de dicha demarcación municipal, indicó que esta situación los mantiene “contra la pared”, pues no podrán sembrar maíz y frijol, ya que la única forma de cultivar, es utilizando herbicidas para eliminar la maleza que estorba el cultivo, sin embargo, no cuentan con los recursos necesarios para adquirir el químico por su propia cuenta.
Ejemplificó que un litro de herbicida para utilizar en estos casos, tiene un costo en el mercado de alrededor de 260 pesos, que sólo les serviría para limpiar una hectárea de tierra, lo que significa una proeza imposible de realizar, debido a la crítica situación que atraviesan las familias que viven en las comunidades rurales.
Campesinos piden apoyo
Hizo un llamado a las autoridades de la Secretaría de Agricultura, Ganadería, Desarrollo Rural, Pesca y Alimentación (Sagarpa) y de las instancias agropecuarias de los gobiernos estatal y municipal, para que apoyen a los campesinos de Bacalar, que corren el riesgo de perder esta temporada de siembra, lo que vendría a empeorar aún más, si es posible, dijo, la situación que viven las familias en el área rural.