Edgardo Rodríguez/SIPSE
RÍO HONDO, Q. Roo.- Le apuestan ejidos de la zona Maya a la protección forestal y de la biodiversidad, como parte del programa de la Comisión Nacional Forestal (Conafor) para evitar la devastación de la selva y lograr que los ejidos con potencial maderable puedan realizar el aprovechamiento sin poner en riesgo los recursos naturales.

Argelio Guatemala técnico de la Unión Nacional de Organizaciones Regionales Campesinas Autónomas (Unorca), afirmó que el ejido de Chunhuas, del municipio de Felipe Carrillo Puerto, tiene una extensión total de 13 mil 653 hectáreas, de las cuales  siete mil 500 hectáreas están bajo manejo forestal y tres mil dentro del programa de servicios ambientales.

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Explicó que el ejido está compuesto por 148 integrantes y el  proyecto para el pago de servicios ambientales se planteó desde el 2014 y tiene una vigencia de cinco años, por lo que durante este año están llevando a cabo el primero dentro de este esquema.

“Para este programa primero tuvimos que ubicar el área de servicios ambientales y delimitar la zona, posteriormente integramos el proyecto y se nos autorizó un recurso de seis millones 80 mil pesos, los cuales serán aplicados a manera de un millón 256 mil pesos por año y que se ejecutan para la conservación de la biodiversidad” afirmó el entrevistado.

Incendios forestales 

Señaló que se han hecho diferentes actividades como: proteger la superficie en contra de los incendios forestales a través del manejo de vegetación seca o de combustible para evitar deflagraciones, recorridos para evitar extracción de madera ilegal, huano y fauna, así como la caza furtiva, los cuales se realizan de manera coordinada bajo el acuerdo de la asamblea del ejido Chunhuas.

Aniceto Chikil Kumul, comisario ejidal de Chunhuas, refirió que la iniciativa nace  junto con el plan piloto forestal en 1986 ya que el ejido fue el pionero en la zona maya en Felipe Carrillo Puerto, desde entonces se organizó y se planeó aprovechamiento sustentable de la selva.

 Aseguró que el ejido cuenta con una brigada de vigilancia certificada por la Procuraduría Federal de Protección al Ambiente (Profepa) y desde el  año pasado no se ha reportado ninguna incidencia de incendios forestales, caza furtiva o extracción ilegal de madera en el ejido.