Javier Ortiz/SIPSE
BACALAR, Q. Roo.- Cooperativistas que brindan paseos en lancha y turistas de aventura, mantienen invadido el terreno conocido como “La Rejita”, porque se encuentra abandonado por la lucha legal del ejido Bacalar para recuperarlo y organizaciones civiles que lo limpiaron.

En medio de la espesura de la vegetación, se pueden observar casas de campaña y varias personas que se mantienen en el lugar desde hace varios días, los cuales realizan sus necesidades fisiológicas entre los árboles, porque es un lugar que no cuenta con servicios sanitarios.

Quienes viven en las cercanías sugirieron que se cierre el acceso, en tanto las autoridades competentes definen la pertenencia del mismo, porque representa un peligro para los turistas y peatones que deambulan por las noches.

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Los vecinos, quienes prefirieron omitir su nombre, señalaron que es común observar a los turistas trotar por esa zona en las mañanas y las tardes, lo que puede representar un peligro para ellos, porque el predio se encuentra enmontado y se pueden ocultar malhechores en su interior.

Dijeron que durante el día, es utilizado por cooperativistas para ofrecer paseos en lancha, ya que carecen de un sitio para embarcar, pero después de las cinco de la tarde permanece solitario, rodeado de tupida vegetación.

(Javier Ortiz/SIPSE)

Luis Chimal Balam, comisario ejidal de Bacalar, aseguró que el terreno forma parte de las 365 hectáreas que les pertenecen, del cual ya solicitaron la ratificación para que les sea devuelto, porque se encuentra dentro del cinturón a orillas de la laguna que abarca desde el entronque a Reforma hasta los límites con el ejido Juan Sarabia.

Indicó que cuentan con personal que de manera constante realiza recorridos de vigilancia para evitar que sean invadidos los predios que les corresponden, entre ellos, esa extensa superficie de tierra, que consideró, les será devuelta por las autoridades agrarias, según la demanda que interpusieron.

Integrantes de la Asociación Civil “Bacalar Consciente”, limpiaron esa superficie de terreno de aproximadamente una hectárea, donde establecieron un jardín botánico y juegos infantiles con llantas recicladas con apoyo de otras organizaciones altruistas. En una audiencia pública, los representantes solicitaron el mismo al gobernador del estado Carlos Joaquín González, para que sea destinado para uso público.