Octavio Martínez/SIPSE
PLAYA DEL CARMEN, Q. Roo.- En un predio de alrededor de 30 metros cuadrados, dentro de una de las zonas más retiradas de la ciudad, inicia de uno de los proyectos más ambiciosos que los vecinos del lado sur de la colonia Ejidal hayan emprendido.

Se trata de un huerto orgánico que tiene como principal protagonista a niños del proyecto “La 19 Sur”, que forman parte del centro cultural “El Hongo”.

Ese espacio, donado por la iniciativa ciudadana en conjunto con los coordinadores de El Hongo, tiene como objetivo enseñar a los niños la forma de cultivar diversos productos agrícolas con los cuales se pueda ser autosuficiente.

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Goyo Aguilera, uno de los coordinadores de ese centro cultural, menciona que el proyecto nació después de analizar que, a través de los infantes, podría ser una buena manera de enviar un mensaje proactivo de sustentabilidad y cuidado de la naturaleza.

Recuerda que el proyecto “La 19 Sur”, el cual nació hace cerca de un año, llegó con la realización de este huerto orgánico a su etapa más productiva, después de decorar las paredes que rodean las calles de uno de los sitios más olvidados de Playa del Carmen.

Explica que el predio donde ahora se realiza el huerto fue limpiado hace unos días por un grupo de canadienses que han hecho de Playa del Carmen un hogar temporal más; sin embargo, no quisieron irse sin antes dejar una huella como retribución al sitio.

Un huerto en cada hogar

“Tenemos como objetivo llegar algún día a tener un espacio verde para nuestra comunidad y también que en cada hogar tengan su pequeño huerto en donde se dediquen sólo a un fruto o verdura”, explica Pilar Iturriaga, también coordinadora del proyecto.

Explica que esta idea nació del deseo de ayudar a dicha calle, donde se concentra un sector de la población que ha sido olvidado en cuanto a infraestructura social se refiere, a subsanar sus carencias con iniciativas artísticas y de beneficio a la comunidad, por lo que un huerto como espacio didáctico sería el lugar perfecto.

“Que cada familia coseche algo diferente y así crear un sistema de trueque en el cual el intercambio nos haga valer más que el uso del dinero en estos productos y ayudar al sustento familiar para usar el recurso económico  en otras cosas, sabiendo también de dónde procede lo que se comen y teniendo una mejor alimentación en el núcleo familiar”, asegura.

Es por ello que, cada sábado, el grupo de niños se reúne en el centro cultural “El Hongo”, y después de tomar diversos talleres relacionados con el arte, parten al huerto a aprender cómo hacer composta y poder cultivar algún tipo de semilla.

“Luego de esto, cada infante se va a su hogar y lleva a su casa ese mensaje que intenta sembrar la semillas de la sustentabilidad y de hacer algo para dejar algo en esta tierra que ha dado tanto”, dice Goyo Aguilera.