Licety Díaz/SIPSE
CANCÚN, Q. Roo.- Un estimado de 400 personas se espera que se sumen a las actividades “60+” de “La Hora del Planeta 2016” en Cancún, el próximo sábado 19 de marzo, en la explanada del Ayuntamiento, comentó Araceli Ramírez, una de las organizadoras.

“Buscamos que esta acción tenga un compromiso real que cada vez se sensibilice más la ciudadanía por el tema del cuidado del planeta y el empoderamiento de la gente, que se comprometan a hacer cambios para que se haga de manera permanente ”, añadió la también representante de Ocean Conservancy en Cancún.

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Convocan a que todos los asistentes lleven una veladora, éstas permanecerán encendidas durante una hora cuando se apaguen las luces artificiales con las que pretenden hacer un círculo de tres metros de diámetro, y la finalidad es impactar, inspirar acciones climáticas, y crear conciencia.

No solo será la hora del apagón simbólico que será a partir de las 20:30 horas, sino que se sumarán actividades voluntarias a favor del medio ambiente que arrancarán a partir de las 18 horas con conferencias sobre la de acciones básicas contra el cambio climático y qué es 60+.

Los niños que asistan disfrutarán de un taller en el que utilizarán material reciclado para realizar figuras, así como una actividad relacionada con graffiti, con el cual los participantes expresarán sus ideas por un mundo más sustentable.

Invitan además a que las personas se tomen una “selfie” y la suban a las redes sociales a manera de incentivo y concientización.

Esperan que ese día también se sumen empresas, hoteles y hogares a esta acción y que apaguen las luces no esenciales en estos sitios.

Fondo Mundial para la Naturaleza (WWF por sus siglas en inglés), es la mayor organización conservacionista independiente en el mundo que promueve esta acción.

La iniciativa de sensibilización pública nació hace siete años en Sidney, Australia, y buscaba la participación de las corporaciones y principalmente de las personas para que apagaran sus luces no esenciales y los aparatos eléctricos prescindibles durante una hora como señal de compromiso y preocupación ante las consecuencias del cambio climático, sin llegar a saber que se convertiría en un movimiento masivo a nivel mundial.