Benjamín Pat/SIPSE
CHETUMAL, Q. Roo.- El Ejido Bacalar retomará las gestiones ante el Instituto Nacional de Antropología e Historia para que se acelere los trabajos, por ende su apertura al público, de la zona arqueológica denominada Ichkabal.

Se trata de uno de los puntos prioritarios que se atenderá por parte de las nuevas autoridades ejidales en busca de de abrir un atractivo más para el área que puede detonar un mayor desarrollo, afirmó Filiberto Buitrón Hernández, presidente electo del Comisariado Ejidal.

“Ichkabal es un tema que está atorado y vamos a tocar de manera formal las puertas con el INAH”, mencionó el entrevistado.

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Ichkabal

Ichkabal, de acuerdo con el INAH, se trata de una ciudad de primer orden cuya estructura más grande mide 200 metros de base y 46 metros de altura.

El inicio de la construcción de la ciudad se remonta a la época Preclásica, en el 250 Antes de Cristo, según las investigaciones realizadas en el lugar. La exploración de la zona arqueológica, ubicada a unos 40 kilómetros de la ciudad de Bacalar, inició apenas en el año de 1995.

Fue en ese año cuando Alejandro Cano, fundador del rancho "El Suspiro", en el ejido de Bacalar, informó de la existencia de vestigios prehispánicos a los arqueólogos Luz Evelia Campaña y Javier López Camacho, investigadores del INAH, quienes en aquellos tiempos realizaban un recorrido por el sur del estado.

Para los 165 ejidatarios de Bacalar, abrir la entrada al público pudiera generar una importante afluencia de visitantes al lugar y con ello permitir mayores ingresos para el sector económico.

Tan sólo en 2014, recorrieron los vestigios arqueológicos de Quintana Roo un promedio de un millón 500 mil personas, de las cuales, el 60% fueron turistas provenientes de otros países, mientras que el resto correspondió a visitantes nacionales y locales.

En el sur de Quintana Roo se encuentran ubicados centros arqueológicos mayas como son Oxtankah, Dzibanché, Kohunlich, Kinichná y Chacchoben, además de las que se mantienen cerradas para visitas diarias que son Ichkabal y Chakanbakan, en Othón P. Blanco.