Adrián Barreto/SIPSE
PLAYA DEL CARMEN, Q. Roo.- Un 20 de diciembre de 1995, Manuel “El Sapo” Díaz, promesa del futbol americano, vio interrumpida su carrera al chocar su auto; producto del accidente estuvo un tiempo en coma y luego de su recuperación  ha dedicado su vida a llevar un mensaje de la prevención de accidentes, que son más probables si se mezcla el volante con el alcohol.

En el marco del Día Internacional de las Personas  con Discapacidad, que se conmemora cada 3 de diciembre, Díaz habló de su experiencia ante estudiantes de escuelas como Yitzatil, Ignacio Zaragoza, Consorcio Educativo y Mayaland, entre otras, en el auditorio de esta última casa de estudios, que fue sede del evento.

Manuel Díaz padece secuelas de ese accidente que se muestran no solo en su caminar, si no en la dificultad de articular con precisión las palabras, pero no por ello, dice, se debe dejar de hacer lo que se quiere y poder vivir.

El momento que le cambió la vida

El accidente ocurrió cuando Manuel tenía 17 años; bebió más de la cuenta en la discoteca a donde había acudido con sus amigos, y con las copas encima fue echado del lugar, se subió a su carro y una cuadra después el automóvil quedó hecho trisas y él fue a dar al hospital.

Ahora a sus 36 años procura que los más jóvenes aprendan de su vivencia y eviten conducir bajo los efectos del alcohol y para no convertirse en discapacitados por accidentes, porque eso se puede evitar.