Adrián Barreto/SIPSE
PLAYA DEL CARMEN, Q. Roo.- En el último año, 20 corales pilar murieron a causa del síndrome blanco y únicamente quedan cuatro vivos de entre los 24 que Arrecifes Saludables para Gente Saludable registró en los últimos 10 años.

Melina Soto, coordinadora de esa organización en México, informó que entre los efectos que traerá la pérdida de esa especie es la reducción de contención del oleaje y de espacios para la biodiversidad marina, por lo que solicitaron a los buzos reportar los nuevos hallazgos de ejemplares que no están incluidos en el registro.

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“Sería una de las primeras especies que ya estamos perdiendo por culpa de esta enfermedad. Conocemos cuatro corales de este tipo como máximo que están aún saludables y que las tenemos inventariadas, por decirlo así, y que se ubican en Cozumel (…) son alrededor de 20 que ya hemos perdido”, dijo.

La experta en corales destacó que pese a ser un tipo escaso, la especie Dendrogyra cylindrus, conocida popularmente como pilar, tiene muchos servicios fundamentales para la biodiversidad al ser facilitadores del crecimiento de otros corales y alojar en torno a sus estructuras a peces e invertebrados.

“Además son unos de los principales que hacen el papel de romper la energía de las olas porque genera estructuras muy grandes que sirven de contención por lo que es un coral muy importante, porque hay muchos otros que crecen bajito que no hacen tanta intervención con el oleaje y su función es otra”, agregó.

Arrecifes Saludables para Gente Saludable ha hecho el registro de los 25 corales en los últimos 11 años, a través del Reporte de Salud Arrecifal que publican de manera bianual, y se reparten a lo largo del Arrecife Mesoamericano en su parte quintanarroense.

Debido a esa problemática esa organización se unió a la Comisión Nacional de Áreas Naturales Protegidas (Conanp) y la Comisión Nacional de Pesca (Conapesca) para lanzar un aviso de búsqueda para ubicar ejemplares de coral piral que no tengan registrados porque es una especie bastante común,

Melina Soto lamentó que con la desaparición de pilar vienen otras, y una de las que más afectación muestra es la especie meandrina que, aunque más numerosa que la aquélla, también es de vital importancia ya que es una de las principales fuentes de carbono cálcico, base de la cimentación del arrecife.