Desde raptar a su "amigo" hasta sus propias hijas: los secuestros que han conmocionado a Yucatán

Hace unos días se reportó el secuestro de un empresario en El Cuyo, quien apareció muerto en Cancún, pero este no ha sido el único caso en la entidad

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Se han registrado varios casos de secuestros en Yucatán.
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MÉRIDA, Yucatán.- Fue el pasado 21 de abril que se registró la desaparición del empresario inmobiliario de El Cuyo Jaime “N”, quien días después fue encontrado muerto en Cancún, Quintana Roo.

De acuerdo con los reportes, el hombre fue secuestrado en un tramo de la carretera Tizimín -Colonia Yucatán, tras lo cual sus captores se comunicaron en varias ocasiones para exigir un rescate. A pesar de que este se habría pagado, el empresario fue asesinado.

Por estos hechos fueron detenidas cinco personas –tres hombres y dos mujeres-, a quienes se les acusa del delito de secuestro agravado en contra de Jaime "N".

Los detenidos son Gregorio Jesús “N”, de 20 años; Manuel Alberto “N”., de 23; Viriba Morán “N”, de 39; Marco Antonio “N”, de 18, y su hermana Diana Laura “N”, de 20. Los cuatro últimos avecindados en Cancún. Los acusados permanecerán presos en el Centro de Reinserción Social del Yucatán.

Secuestrado por su amigo

Este no es el único hecho que ha causado conmoción en el estado, un caso similar ocurrió en Yucatán hace 27 años, el 12 de octubre de 1994, cuando Ángel Augusto López Canto fue secuestrado y asesinado por una banda encabezada por su amigo Jorge Humberto Pacheco Río, a pesar de que se cobró el rescate de tres millones de pesos.

El cadáver de la víctima fue hallado cinco días más tarde en una brecha de Opichén, en el sur del Estado, con tres balazos en la cabeza y dos en el pecho. Las investigaciones determinaron que los responsables fueron, además de Pacheco Río, Nino Joaquín Mandujano Manzanilla, Zindy y su hermano Joaquín Alejandro Abreu Barón, y el ex policía de la desaparecida Secretaría de Protección y Vialidad (SPV), Francisco Sandoval.

Jorge Humberto planeó el secuestro, pero durante el plagio la víctima lo reconoció por la voz y el acusado ordenó a sus cómplices que lo asesinaran para no ser descubiertos.

Tres de los cinco implicados fueron arrestados y procesados: Pacheco Río, Mandujano Manzanilla y Zindy Abreu. Los otros dos, Joaquín Abreu y Sandoval Correa (autor material del crimen), continúan prófugos de la justicia.

El autor intelectual del secuestro, Pacheco Río, falleció en el penal meridano en abril de 2010. Los otros dos detenidos, Mandujano Manzanilla y Zindy Abreu, fueron liberados en octubre de 2013, a pesar de que purgaban condenas de 25 y 21 años, respectivamente.

Planea el secuestro de su hija y su sobrina

Sin embargo, el último secuestro en Yucatán fue el 14 de marzo de 2004, cuando Alberto de Jesús López Vadillo planeó el plagio de su propia hija y de su sobrina, ambas entonces de cinco años de edad, porque necesitaba pagar una fuerte suma de dinero a unos acreedores.

López Vadillo contó con la ayuda de Omar Alexander Segura Estrella, a quien contrató como su chofer, pero fueron descubiertos en un rápido operativo por las autoridades policiacas. Un juez estimó que sí se configuró el secuestro, tipificado como privación ilegal de la libertad, ya que además se pidió un rescate de un millón 200 mil pesos.

El coacusado, Segura Estrella, fue liberado porque se comprobó que en realidad desconocía del ilícito y su participación consistió en llevar al hotel a las menores a petición del inculpado.

Un juez del Juzgado 7o. de Defensa Social impuso 19 años de prisión a Alberto López por “la privación ilegal de la libertad y otras garantías”, delitos cometidos contra una hija y sobrina suyas. Le negaron beneficios de ley porque se trató de un delito grave y se le impuso una multa de más de 10 mil pesos.

El viernes 15 de marzo de 2019, López Vadillo fue liberado luego tras purgar 15 años internado en el Centro de Reinserción Social del Estado.

Un secuestro sin resolver en Yucatán

Otro caso que conmocionó a la sociedad yucateca fue el del doctor Delio Arturo Peniche Manzano, quien presuntamente desapareció a las puertas del Centro de Salud, en la confluencia de las calles 50 con 67 en el barrio de San Cristóbal, el 4 de noviembre de 2008.

Hasta ahora se desconoce qué sucedió, su familia afirma que se trató de un secuestro que sigue sin resolverse.

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