MÉRIDA, Yucatán.- La Fiscalía apelará la resolución de los jueces del Tribunal Segundo de Enjuiciamiento que dejaron libre a María Antonia "N", de 23 años de edad, al no tomar en cuenta la mecánica de hechos y que había elementos más que suficientes para condenarla por la muerte de su amasio Edwin Andrés "N", de 36 años de edad, que le confesó que pensaba dejarla para regresar con su esposa.

En este polémico asunto, hubo tres personas más que prestaron sus testimoniales para que la mujer fuera imputada y vinculada a proceso por el delito de homicidio doloso, cometido el 7 de marzo de 2021 (vísperas del Día de la Mujer), en el municipio de Sucilá.

Los testigos de cargo fueron el hermano y la mamá de la mujer, al igual que un amigo de la familia, que primero dijeron que se encontraban en la vivienda donde ocurrió el crimen y que en el cuarto donde se halló el cadáver semidesnudo nada más estaban María Antonia y Edwin Andrés.

Sin embargo, durante el desarrollo del juicio oral, como es natural, el hermano y la madre de la procesada, se abstuvieron de sostener su testimonio como se los permite la ley.

Es más, el amigo de la familia, sin más, dijo que no firmó ningún documento donde decía que se encontraban a solas la pareja, porque estaba muy borracho ese día y que de eso, convenientemente, nada más se acordaba perfectamente.

Ante eso, los jueces se fueron por lo más fácil y dejaron en libertad a la mujer, aunque se encontró el arma blanca con la que se privó de la vida a la víctima.

Incluso, los jueces no tomaron en consideración la mecánica de hechos y que la única persona que tenía interés de cobrar la vida del ahora occiso era la inculpada, porque sabía que la iban a dejar.

Confesión mortal

Se expuso que el 7 de marzo de 2021, alrededor de las 17:00 horas, la pareja se encontraba ingiriendo bebidas embriagantes en el cuarto que habitan, ubicado en la calle 28 entre 15 y 13 de Sucilá.

De pronto Edwin Andrés le confesó que pensaba dejarla, pues ya no quería continuar su relación y pensaba regresar a vivir con su esposa e hijos.

Esa confesión enojó a María que, sin pensarlo, tomó un cuchillo de cocina y se lo clavó en el pecho a Edwin, quien cayó al suelo, donde murió.

Por los gritos, los vecinos dieron parte a la Policía Municipal de Sucilá, que llegaron para ver que la mujer, ya arrepentida, se encontraba inclinada sobre el cuerpo inerte del hombre, al que buscaba reanimarlo, pero ya había fallecido.

La mujer fue detenida y puesta a disposición de las autoridades correspondientes, para que sea juzgada por este crimen, que parece ser que por la falta de apreciación de todos los elementos, por parte de los jueces del Tribunal Segundo, podría quedar impune.

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