Jacobo Velázquez/MÉRIDA, Yuc.- La ciudad más segura de México ha sido atractiva para capos de la droga y sus familias que han intentado buscar un sitio para habitar y pasar desapercibidos ante sus actividades delictivas. 

Cártel de los Zetas

Durante más de 10 años se documentaron diversas detenciones que así lo confirman. La captura de Eleazar M.R. alias “Chelelo”, una de las cabezas del Cártel de los Zetas, ocurrió el 5 de diciembre de 2018. 

De forma fortuita se realizó una revisión de rutina a una camioneta Chevrolet con placas de Quintana Roo en el fraccionamiento Montebello y los elementos de la Secretaría de Seguridad Pública del Estado de Yucatán descubrieron que portaba una identificación del INE falsificada a nombre de Roberto Tomás Máximo. 

El sujeto ya contaba con antecedentes penales en el estado de Nuevo León. Fue puesto a disposición de la Procuraduría General de la República, que en ese momento no tenía cargos contra el detenido, pero a petición de la agencia antidrogas norteamericana DEA fue enviado a la prisión de alta seguridad de Almoloya de Juárez en el Estado de México, donde fue notificado de una orden de extradición en su contra. 

A más de dos años de la detención el asunto no se ha resuelto, en tanto el “Chelelo” permanece tras las rejas. 

Cártel de Sinaloa

Roberto N.G. fue detenido en Buctzotz en enero de 2013. El narcotraficante ligado al Cártel de Sinaloa habría elegido la actividad de la ganadería para lavado de dinero de la estructura criminal, según la información aportada por la Procuraduría General de la República en ese momento. 

El señalado había comprado ranchos en Tizimín. Fue liberado meses más tarde y volvió a ser detenido en 2017 en un retén de la Secretaría de Seguridad Pública de Yucatán en la entrada de Tizimín.

Portaba armas y cartuchos de diferentes calibres además de chalecos y equipo táctico. Fue puesto a disposición de la entonces Procuraduría General de la República. Ingresó a un penal federal donde fue sentenciado en 2018 a seis años y ocho meses de cárcel por los delitos de portación de armas de uso exclusivo del Ejército. 

Cártel del Golfo

Una detención que se dio en octubre de 2014 en el fraccionamiento Pedregales de Tanlum, poniente de Mérida, fue la de Lázaro R.G. alias “El Greñas”. 

El sujeto era identificado como líder de la célula del Cártel del Golfo en Playa del Carmen. 

El delincuente fue detenido durante un partido de fútbol y reconoció que adoptó Mérida como lugar de residencia. Quedó en libertad dos años más tarde y se trasladó a Quintana Roo donde opera como traficante de drogas. 

En 2018 libró un intento de ejecución en Playa del Carmen donde resultó herido en un pie. Actualmente vive en Quintana Roo. 

La Familia Michoacana

El hermano de Servando Gómez Martínez alias “La Tuta”, líder del Cártel la Familia Michoacana que cambió de nombre a los Caballeros Templarios, fue detenido en Mérida el 27 de febrero de 2015. 

Flavio G.M. vivía en el fraccionamiento Paraíso Maya desde nueve meses antes de su captura. Se le identificaba como operador financiero del grupo delictivo. 

Fue ingresado en el penal federal del Occidente en Jalisco por Delitos contra la Salud y acopio de armas de uso exclusivo de las Fuerzas Armadas. 

Cártel Independiente de Acapulco

En 2014 fue detenido en el puerto de Chelem el líder del Cártel Independiente de Acapulco, Víctor G.B. alias “El Gordo”, quien reconoció que llevaba más de un año de vivir en Yucatán. 

Cártel de los Beltrán Leyva

Emilio G.B., líder de la célula del Cartel de los Beltrán Leyva en Mérida, fue detenido en 2010 en la carretera a Progreso. Había salido del exclusivo fraccionamiento Club de Golf la Ceiba, donde vivía rodeado de lujos. 

Portaba una credencial de identificación falsa a nombre de Julio César Espinoza Camacho. Además se le aseguraron dólares, armas y droga por lo que fue sentenciado a cuatro años de cárcel. 

Otros narcos que vivieron en Mérida 

Desde 2004 la entonces Procuraduría General de la República informó sobre la presencia en Mérida de José Enrique R. A. alias el “Mamito”. 

Se le consideraba el tercero al mando de los Zetas que por esa época todavía formaba parte del Cartel del Golfo como brazo armado. 

A este sujeto se le vinculó directamente con el homicidio de 12 personas cuyos cuerpos fueron abandonados en la carretera Cancún-Mérida. 

Fue arrestado en el Estado de México y en sus declaraciones confirmó haber adquirido diversas viviendas en Mérida para otros integrantes de la delincuencia organizada. 

Trabajaba bajo órdenes directas de Heriberto Lazcano el “Z1” y para Miguel Ángel Treviño Morales “Z40”; fue uno de los más buscados por la DEA, que ofreció cinco millones de dólares por su captura.

José Enrique permanece en un penal federal por cargos de delincuencia organizada, tráfico de drogas y homicidio. Enfrenta una orden de extradición a Estados Unidos.

El narcotraficante Tirso M.S. alias “El futbolista”, declaró en el juicio contra Joaquín Guzmán Loera “El Chapo” al haber adquirido el Club de Fútbol Venados de Yucatán entre 2003 y 2004 en una transacción de casi 700 mil dólares.

Tirso fue vinculado con Amado Carrillo Fuentes “El Señor de los Cielos” y con Arturo Beltrán Leyva. En dos años más, Tirso recuperará su libertad de una cárcel en Estados Unidos. Cumple una condena de siete años por narcotráfico en Chicago, Los Ángeles y Nueva York. Logró una baja sentencia al ser testigo protegido contra el juicio de Joaquín Guzmán Loera alias “El Chapo”. 

Ignacio “Nacho” Coronel del Cártel de Sinaloa y Antonio “Tony Tormenta” Cárdenas Guillén, del Cártel del Golfo, forman parte de la lista que la DEA documentó cómo capos de la droga que encontraron en Mérida refugio. Ambos perdieron la vida en diferentes enfrentamientos con las fuerzas armadas. 

El primero perdió la vida en Zapopan, Jalisco, el segundo en Matamoros, Tamaulipas. 

Juana Raquel A.T. alias “Raquel Alatorre”, quien fue detenida en Nicaragua con camionetas con logos de Televisa y 9.5 millones de dólares escondidos; le fue encontrada una identificación con dirección del fraccionamiento Pensiones en un domicilio falso. 

Sin embargo, se le hallaron una docena de viviendas adquiridas para lavar dinero proveniente del narcotráfico. Yucatán era el centro de operaciones de su banda delincuencial. 

Raquel fue extraditada a México con una condena de 30 años por lavado de dinero. Permanece recluida en el penal federal “El Chipote” de Nayarit. 

Tras varios litigios obtuvo una reducción de condena a 18 años. A esta lista se suman otras detenciones de narcotraficantes de menor rango, que intentaron hacer de Mérida y Yucatán un punto seguro para ellos, pero sus actividades delictivas los llevaron tras las rejas.

TE PUEDE INTERESAR:

Ningún cártel del narcotráfico opera en Yucatán: Luis Felipe Saidén

Yucatán: Detienen a chofer; llevaba casi 400 kilos de droga escondidos en bultos de cal

Ejército asegura que en Yucatán no hay presencia de cárteles de la droga