Coronavirus: Termómetros infrarrojos no dejan ciego, ni hacen daño a la retina
Los termómetros infrarrojos son en ocasiones cuestionados porque sus lecturas ofrecen un pequeño margen de error, pero no porque vayan a dañar la salud ocular, señalaron los expertos.
MÉXICO.- La reactivación de la economía en las naciones que se han visto asoladas por la pandemia de coronavirus es una realidad hoy en día, por lo que las autoridades sanitarias han urgido a los comercios, hospitales, clínicas, recintos laborales e incluso templos religiosos a extremar las medidas de higiene con el fin de evitar un rebrote de la cepa Covid. Entre las recomendaciones se ha solicitado que se le tome la temperatura a las personas a través de un termómetro infrarrojo.
Recientemente han comenzado a circular en redes sociales imágenes y videos que indican que el uso de este aparato electrónico podría ser perjudicial para la vista de las personas, aseverando que podría conllevar a la ceguera, tras dañar la retina.
Respecto a ello, César Villa, óptico-optometrista, miembro de la Junta de Gobierno del Colegio de Ópticos y Optometristas (CNOO) en Madrid, España, señaló durante una entrevista brindada al portal RTVE, que dicho mensaje se trata de una “alarma innecesaria”, pues asegura que este tipo de termómetros no utilizan un rayo láser para medir la temperatura, sino rayos infrarrojos que detectan la temperatura del cuerpo, por lo que “no tiene repercusión para la retina”.
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“La mayoría de estos termómetros no tienen láser incorporado, especialmente los que son utilizado cerca de la frente. Los que lo tienen utilizan un rayo láser para dirigir la toma de temperatura, pero en estos casos se trata de clase I o clase II, lo que no supone ningún riesgo ya que su potencia es muy pequeña y en el caso de los de clase II deberían estar más de 10 segundos apuntando al ojo para causar daños”, acotó el optometrista.
Los termómetros infrarrojos son en ocasiones cuestionados porque sus lecturas ofrecen un pequeño margen de error, pero no porque vayan a dañar la salud ocular. Se popularizaron bastante durante los brotes de ébola.
En el portal para la verificación de noticias falsas y del discurso público para luchar contra la desinformación y mejorar la participación democrática, Bolivia Verifica, se dio a conocer que “El cuerpo humano desprende rayos infrarrojos con varias longitudes de onda dependiendo del calor. El lente del termómetro convierte estas radiaciones en señales eléctricas que luego son convertidas en una señal digital para saber la temperatura del cuerpo”, de acuerdo con la explicación de la doctora Fernanda Hernández sobre el funcionamiento de este tipo de instrumentos.
Mientras que el ingeniero informático David Exeni descartó que este tipo de termómetros dañen la visión. Pues en entrevista para Bolivia Verifica indicó que “los termómetros no usan láseres para medir el calor corporal. Los termómetros de mano reales autorizados solo miden la luz infrarroja, no producen infrarrojos, por lo tanto, no son peligrosos”, acotó.
Ante la viralización del texto, el Colegio de Optómetras de Puerto Rico desmintió la información a través de un comunicado en Facebook: “Queremos aclarar que en Puerto Rico la única entidad que regula a los optómetras creada por ley es el Colegio de Optómetras de Puerto Rico y la información que está circulando no está probada que sea cierta.
“Estos termómetros trabajan con parte de la luz visible y como todo instrumento se tiene que manejar adecuadamente, teniendo presente, no se apunte directamente a los ojos. El mismo no causa daño por lo que su uso es seguro”, concluye el Colegio.
Finalmente la Administración de Medicamentos y Alimentos (FDA, por sus siglas en inglés), agencia federal que regula los medicamentos en Estados Unidos, confirmó en su portal oficial que la utilización de este tipo de termómetros reduce “el riesgo de contaminación cruzada y minimiza la propagación de enfermedades”, afirmando que son fáciles de utilizar, limpiar y desinfectar. En ningún caso, hacen mención sobre el riesgo de un posible daño ocular u otras repercusiones en la salud humana.