Aunque la conectividad en México haya avanzado en los últimos años, alcanzando un 78,6% de la población con acceso a internet al cierre de 2022, todavía queda bastante por hacer, debido a que, a pesar de este progreso, todavía existen importantes brechas en el acceso, especialmente en zonas rurales y en ciertos sectores de la población.

En este artículo exploraremos los límites actuales de la conectividad en el país, así como las oportunidades para mejorarla en el futuro.

El punto en el que nos encontramos ahora

De acuerdo a los reportes más recientes, a finales de 2022 se registraron más de 93 millones de usuarios de internet en México, lo cual representa un crecimiento respecto al año anterior y verificando la tendencia creciente. 

La mayoría de estos navegantes acceden a la red a través de teléfonos móviles. De hecho, el 95% de los internautas se conecta desde el smartphone. Esto quiere decir que en promedio, los mexicanos pasan 4 horas y media al día navegando en las redes y en la web. Acceden, por regla general, a distintos sitios que van desde redes sociales, medios online, tiendas por internet y sitios de comparación de casinos como el que puedes encontrar haciendo clic aquí. 

A pesar de este crecimiento en la adopción de internet, todavía existen barreras altas en el acceso, dado que mientras que en las zonas urbanas el 80% de la población está conectada, en las áreas rurales solo el 60% tiene acceso. Además, entre los adultos mayores de 60 años el uso de internet es bastante menor, lo cual refleja una importante brecha digital entre las edades de las personas.

Brechas de conectividad: infraestructura y economía

Uno de los principales desafíos que se ha detectado en cuanto a la conectividad en México es la falta de infraestructura que tienen ciertas regiones. Es decir, depende donde te encuentres, las chances de tener conectividad aumentan o disminuyen. 

De acuerdo a los datos recientes, todavía hay un 29% de los hogares en el país no cuentan con acceso a internet, la cifra es alarmante, con más de 10 millones de hogares desconectados. El problema se agrava en entidades como Chiapas, donde únicamente el 38,4% de los hogares cuentan con una conexión a internet, en contraste con la Ciudad de México, donde la cobertura alcanza el 86%. Otro de los grandes factores de desigualdad en el acceso es el costo del servicio. Aunque haya más usuarios, aún sigue existiendo un segmento de la población que no puede permitirse pagar un servicio de banda ancha fija o móvil. 

En definitiva, el consumo de datos en Banda Ancha Móvil aumentó un 54,2% desde 2020, alcanzando un promedio de 5,997 MB mensuales por usuario. En el caso de la Banda Ancha Fija, el número de accesos con velocidades superiores a 100 Mbps creció un 156,3%, reflejando un avance en la calidad del servicio disponible.

La tecnología de Starlink, limitada

A partir de julio de 2025, varias regiones del mundo que previamente no tenían cobertura móvil podrán acceder a internet satelital sin costo gracias a la red Starlink de SpaceX, propiedad del empresario Elon Musk. Se trata de un servicio que permitirá a ciertos teléfonos Android y dispositivos Apple conectarse mediante satélites en órbita baja, facilitando el acceso a internet en zonas rurales y remotas donde las redes tradicionales no llegan de ninguna manera. 

Estos usuarios van a poder enviar mensajes de texto, compartir su ubicación y solicitar ayuda en emergencias, incluso sin usar la señal del celular. Los dispositivos compatibles mostrarán en pantalla la leyenda "T-Mobile SpaceX", indicando una conexión satelital activa. En una futura fase, se prevé la incorporación de llamadas de voz y navegación por internet, aunque podrían aplicarse costos adicionales.

Sin embargo, esta tecnología no estará disponible en México debido a la falta de un acuerdo con América Móvil. Por lo tanto, por ahora no influirá en la conectividad mexicana, pero esto podría revertirse en el futuro.

De cara al futuro

El avance de las tecnologías de satélite como las de Starlink solamente pueden ser prometedoras para las zonas rurales de México. Sin embargo, hace falta algo más que únicamente el avance de la tecnología, ya que se necesitan otros elementos también.

Por ejemplo, las inversiones en redes de fibra óptica, como redes comunitarias o públicas, podrían incrementar el nivel de cobertura en zonas que hoy están desconectadas, trayendo grandes beneficios para esas poblaciones rurales. Incrementar las promociones o crear un sistema de subsidios para que las familias con menos recursos puedan acceder a la banda ancha también es una posibilidad. O al menos, que puedan tener acceso a computadoras con Internet a través de bibliotecas y centros comunitarios, para conectarse de vez en cuando. 

Finalmente, la alfabetización digital de los adultos mayores también reduciría la brecha de Internet, facilitando que haya un mayor aprovechamiento intergeneracional de la tecnología disponible. 

Esto es fundamental teniendo en cuenta que cada vez son más los trámites, por ejemplo los trámites bancarios, que se hacen exclusivamente a través de los teléfonos móviles. Saber cómo utilizarlos es vital para las personas de mayor edad.