Gasolinazos, crisis y COVID dejan sin comida a los quintanarroenses

Familias reconocen que cada vez es más difícil comprar la despensa ante el alza constante en la carne, huevos, aceite, jitomate y otros productos.

por: Alejandro Castro

lunes, 8 De noviembre, 2021

Gasolinazos, crisis y COVID dejan sin comer a Quintana Roo. (Paola Chiomante)

El 4 de noviembre de 2020 un litro de gasolina regular tenía un precio promedio en el mercado de 18.1 pesos; exactamente un año después, el litro se cotizó en 21.23 pesos. Un incremento similar aplica para la gasolina Premium y el Diésel.

Pero este aumento de más de tres pesos en un solo año no se refleja únicamente a la hora de llenar el tanque del automóvil, sino también en un alza inflacionaria en alimentos de la canasta básica.

Esta combinación, aunado a una crisis económica de la que la entidad apenas se recupera, mantiene en vilo miles de familias de Cancún, que no alcanzan para satisfacer las necesidades básicas alimentarias.

Josefa Rodríguez, madre de familia, cuenta a Novedades Quintana Roo que cada vez cuesta más comprar lo mismo en la despensa de la semana.

Desde el Mercado 23 de Cancún, comenta que durante la pandemia se quedó sin trabajo y los pocos ahorros que tenía se agotaron. Aunque ya regresó a laborar de camarera en un hotel del centro, refiere que no ha podido recuperarse.

“Los sueldos son más bajos que antes, estar tanto tiempo sin trabajo pues lo dejó a uno con muchas deudas, entonces apenas sacamos para pagar y comer, nada de salidas, ni a la playa porque ya que a los niños se les antojó algo”.

En Quintana Roo se estima que 45.7% de la población vive en pobreza y 10.6% en pobreza extrema, según la última actualización del Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social (Coneval).

Esta cifra se disparó con la pandemia, pues hasta 2018 se calculaba que sólo 30.2% de la población vivía en esas condiciones, mientras que sólo 3.3% se encontraba en situación de pobreza extrema.

Es decir, actualmente la pobreza alcanza a prácticamente la mitad de la población, que asciende a un total de un millón 858 mil personas.

El Índice de Precios al Consumidor de la Canasta de Consumo Mínimo es una medición que realiza el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi) para estimar los niveles de inflación de 84 productos de la canasta básica.

En el último reporte, Quintana Roo se ubicó por encima de la media nacional, con una inflación general de 1.5%, frente al promedio de 0.16%.

La inflación se traduce directamente en un incremento en los precios. Esta inflación, por regla general, va de la mano con el incremento en los precios de las gasolinas y el Diésel, pues son los principales combustibles utilizados para el transporte de mercancías.

Ante alza del huevo y la carne, optan por las sopas instatáneas

Según Coneval, en 2018 el 20% de la población tenía carencias alimentarias, cifra que incrementó a 29.9% con la pandemia.

Huevo, jitomate, cebolla, aceite, naranja y carne son algunos de los alimentos que las familias notan cada vez más caros.

(Paola Chiomante)

Otros que tradicionalmente eran económicos y que ayudaban a diversificar la comida también han subido de precio, como la soya, atún o la avena.

En cambio, las alternativas ahora son comidas que se consideran poco saludables, pero son económicas, como las sopas instantáneas.

Mientras hace su despensa en un supermercado del centro de la ciudad, Sofía Jiménez comenta que sí ha visto afectada sus finanzas personales durante el último año, pues aunque no se quedó sin trabajo sí tuvo una baja en las propinas que obtenía como mesera.

No tiene hijos, pues justamente considera que eso conlleva una responsabilidad con la que no puede cargar en este momento por la cuestión económica.

Juan José, trabajador del mercado, sostiene que la inflación también ha golpeado a los locatarios, pues la baja en las ventas deriva en el desperdicio de alimentos, principalmente de frutas y verduras.

Una despensa completa con alimentos balanceados, con carnes rojas y blancas, frutas, verduras, cereales y granos, según los estándares del “Plato del Buen Comer”, para una familia de cuatro integrantes una semana, cuesta aproximadamente mil 500 pesos, calcula Juan José.

Sin embargo, agrega, el promedio de las familias que acuden al mercado no gasta más de 700 pesos a la semana.

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