Los casos positivos de VIH se detectan cada vez más de manera tardía, reveló la organización civil Red Positiva.

Roberto Guzmán, presidente de este organismo, explicó que a raíz de la pandemia de COVID-19 se dejó de hacer campañas de detección oportunas, por lo que las personas que se infectaron y no pudieron tener acceso a una prueba son las que muestran mayor predisposición de generar SIDA y seguir contagiando, debido a que no cuentan con tratamiento.

"Se está haciendo menos detección y los que se hacen se identifican de manera tardía. No es lo mismo diagnosticar a una persona con un CD4 muy alto a tiempo, que una que no tuvo acceso a campañas y cuyas defensas siguen bajando".

Al respecto de la preocupación que ha surgido a nivel mundial por la aparición de una nueva variante del VIH -la cual podría ser más agresiva- el entrevistado explicó que ya se tenía conocimiento de este peligro.

"La mutación no es algo que acaba de ocurrir, es algo que tiene años, pero lo que ha pasado es la ausencia del uso correcto del condón, el hecho de tener vida sexual sin él entre personas que tienen VIH, lo que probablemente hace que el virus cambie".

De acuerdo con el último reporte de Centro Nacional para la Prevención y Control del VIH y el SIDA (Censida), de los 689 casos positivos detectados en Quintana Roo al tercer trimestre del 2021, el 66.6% (465) fueron identificados en primer estadio.

"La infección primaria suele comenzar como una enfermedad febril aguda 2 a 4 semanas posterior a la exposición, a menudo con linfadenopatías, faringitis, erupción cutánea maculopapular, úlceras orales y genitales, y meningoencefalitis",

según indica la Organización Panamericana de la Salud (OPS).

Sin embargo, el porcentaje ha disminuido conforme avanzó el año, ya que durante los primeros tres meses el porcentaje era de 70.8% las detecciones tempranas, al siguiente período el número fue de 69%.

Mientras que el porcentaje de personas en estadio cuatro - que es enfermedad clínica grave- creció de 10.6 a 13.4%.

Por lo que la recomendación de organizaciones y de las entidades de salud, es que todas las personas con vida sexual activa se realicen una prueba de VIH por lo menos una vez al año o cada seis meses en caso de tener prácticas de riesgo.

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