Buzo de Mahahual y su voluntad por ayudar a México

Para llegar a la zona del sismo, recibió la ayuda económica de amigos.

|
Luis Fernando vive junto a las costas de Mahahual, dedicado a atender su negocio de buceo “Dive & Adventure Mahahual”. (Redacción/ SIPSE)
Compartir noticia en twitter
Compartir noticia en facebook
Compartir noticia por whatsapp
Compartir noticia por Telegram
Compartir noticia en twitter
Compartir noticia en facebook
Compartir noticia por whatsapp
Compartir noticia por Telegram

Ángel Castilla/ SIPSE
CHETUMAL, Q. Roo.- La voluntad de ayudar y adicción a la adrenalina, llevó a Luis Fernando Amezcua Benítez, buzo de Mahahual a la Ciudad de México para sumarse a los trabajos de búsqueda y rescate, por dos días.

Con la piel erizada y la emoción reflejada en cada una de sus facciones, relató que el momento de encontrar un cuerpo entre los escombros, revisar sus signos vitales, percatarse que está aferrada a la vida, y expresar “viva”, es una sensación que jamás se olvida y hace sentir que valió la pena haber realizado el viaje.

También te puede interesar: Centro maya rescata piezas musicales prehispánicas

“Tuve la oportunidad de ubicar y rescatar a una persona con vida, bajo los escombros de un edificio ubicado en la esquina de las calles Ámsterdam y Laredo, en la colonia Roma, una mujer entre 35 a 40 años, desafortunadamente también se encontró un cuerpo de una persona fallecida, un varón”.

Señaló que para ingresar a los restos del edificio que cedió a causa de los temblores, los elementos del Ejército Mexicano y Bomberos, abrieron un boquete de aproximadamente 40 centímetros de diámetro, por el que se arrastró entre tres a cuatro metros, detrás de un policía, hasta hallar los cuerpos.

Indicó que lo primero que hizo fue acercarse al cuerpo inmóvil para percatarse si aún respiraba, situación que afortunadamente sucedió.

“Te emocionas al encontrar a las personas con vida, pero tienes que reaccionar de manera inmediata, de acuerdo al protocolo, pues las personas están contra el tiempo, actúas como un paramédico, pero esa alegría de haber ayudado se quedará para siempre”.

El buzo de profesión, oriundo de Poza Rica de Hidalgo, Veracruz, pero radicado en Mahahual desde hace 20 años, expresó que para llegar a la Ciudad de México, recibió la ayuda económica de amigos para adquirir los boletos de avión y realizar una “vaquita” de tres mil pesos para sus gastos, así como de otras amistades que lo recibieron en la ciudad del centro del país.

Relató que salió del Aeropuerto de Chetumal el pasado jueves 21 de septiembre, a las 6:00 de la tarde y arribó a la Ciudad de México, dos horas después; sus amigos, lo llevaron al centro de acopio ubicado en el parque “México”, donde de inmediato se sumó a las labores de ordenar y cargar víveres en un tráiler que partió con la preciada ayuda al Estado de Morelos.

Al día siguiente, a las 10:00 de la mañana, llegó al mismo lugar para integrarse a los trabajos de llevar equipo y utensilios médicos, hasta que se presentó la oportunidad de estar en el frente, con los grupos de rescate.

Lamentable situación

Apuntó que lo más destacable de esta lamentable situación, es cómo trabaja la gente ante la adversidad, de una manera tan coordinada que pareciera que se conocieran de muchos años, se genera una sinergia, con el paso de los minutos se crea un sentimiento que los envuelve a todos, sin importar de dónde provengan o de qué nacionalidad son, pues conoció muchas personas de otros países, que se sumaron a las tareas como si fueran mexicanos.

Tengo la necesidad de sentir esta emoción, me gusta mucho, me encanta, me hace sentir vivo, estar en la acción; con todos los fenómenos naturales y cambios que refleja el planeta, en un país donde ocurren diversos desastres naturales como en el que vivimos, se debe de pensar en generar una cultura más fuerte de cómo protegernos, ayudarnos y organizarnos, porque es una necesidad que se va a presentar cada vez con mayor frecuencia, el mundo se está reacomodando, y se adaptará quien tenga mayores para acomodarse en estos movimientos”.

Luis Fernando Amezcua Benítez, con 41 años de edad, vive junto a las costas de Mahahual, dedicado a atender su negocio de buceo “Dive & Adventure Mahahual”, ubicado junto al hotel Maya Luna, a unos tres kilómetros hacia el sur, de la población, donde todos los días, junto con su esposa e hija, disfruta de hermosos paisajes y tranquilidad, que ofrece el sur de Quintana Roo.

Lo más leído

skeleton





skeleton