Misión Artemisa: El ambicioso regreso humano a la Luna de la NASA
Este esfuerzo sienta las bases para el siguiente objetivo: enviar humanos a Marte.
La exploración espacial está entrando en una etapa emocionante y transformadora con la misión Artemisa (Artemis) de la NASA, un ambicioso proyecto que busca llevar a la humanidad de regreso a la Luna y establecer allí una presencia sostenible.
Este esfuerzo sienta las bases para el siguiente gran objetivo: enviar humanos a Marte.
Nombrada en honor a Artemisa, la diosa griega de la caza y hermana gemela de Apolo, la misión simboliza un nuevo capítulo en la exploración lunar, más de medio siglo después de las legendarias misiones Apolo.
Pero a diferencia de Apolo, que se centró en explorar la superficie lunar de manera breve, Artemisa tiene una visión más ambiciosa: construir una base permanente en la Luna.
Esta infraestructura servirá como plataforma para investigaciones científicas avanzadas, pruebas de tecnologías de vanguardia y la preparación para misiones prolongadas en el espacio profundo, incluido el planeta rojo.
William Harris, director del Centro Espacial Houston, destaca que la Luna ofrece condiciones ideales para poner a prueba las tecnologías necesarias para la supervivencia en Marte.
"La arquitectura de la misión Artemisa es completamente diferente a la de Apolo. No se trata solo de llegar y recolectar muestras, sino de establecer una presencia donde podamos cultivar plantas, realizar experimentos y aprender a vivir en otro cuerpo celeste", señala.
¿Qué tiene de importante la misión Artemisa?
Uno de los objetivos clave de Artemisa es utilizar los recursos locales de la Luna, como el agua congelada en sus gigantescos cráteres, investigar si es potable o bien, separar sus componentes, hidrógeno y oxígeno, para generar combustible para misiones espaciales.
Este enfoque, conocido como utilización de recursos in situ, es esencial para reducir la dependencia de los suministros enviados desde la Tierra y garantizar la sostenibilidad de las misiones futuras.
En una conferencia realizada en el marco de la pasada Feria Internacional del Libro de Guadalajara, Harris comentó que Intuitive Machines lanzará un robot a la Luna para recolectar agua congelada del cráter sur.
Mientras que la compañía TransAstra investiga tecnologías para la extracción de recursos en el espacio, específicamente en asteroides. Según sus estimaciones, son suficientes como para abastecer a la humanidad durante un milenio.
Además está explorando métodos para extraer de manera eficiente recursos de asteroides y desechos, con la luz solar y procesarlos directamente en el espacio, lo que resultaría más barato y más rápido.
En una entrevista, Harris explica que TransAstra llevará en 2025 a la Estación Espacial Internacional, a manera de experimento, una suerte de canasta gigantesca para recolectar basura espacial y que será un componente clave en sus planes futuros de minería de asteroides.
Un salto clave hacia el planeta rojo: Marte
El regreso a la Luna con Artemisa no es un fin en sí mismo, sino un trampolín hacia el siguiente gran objetivo: Marte. Este planeta, con su atmósfera delgada, temperaturas extremas y baja gravedad, presenta desafíos únicos.
Harris destaca que la experiencia adquirida en la Luna, donde los astronautas pasarán dos meses, será crucial para enfrentar estos desafíos como, por ejemplo, protegerse de la radiación espacial y solar.
"Marte es un entorno mucho más hostil que la Luna. Necesitamos entender cómo cultivar alimentos, construir refugios y mantener la salud física y mental de los astronautas en condiciones extremas".
La NASA desarrolla misiones análogas que son simulaciones de larga duración que recrean las condiciones de vida en el espacio, pero en la Tierra.
Hera, acrónimo de Human Exploration Research Analog, es una de esas misiones con miras a la exploración de Marte, cuyas instalaciones están en el Centro Espacial Johnson.
Apenas salió un grupo de cuatro voluntarios de una misión de 45 días, pero en julio pasado concluyó otra misión de un año.
"Es más para estudiar su estado emocional y psicosocial, ver cómo pueden manejarse en un ambiente de aislamiento con las mismas personas y realizar labores diarias, sus días están planeados con tareas específicas, como en el caso de los astronautas".
Otro grupo de astronautas estuvo hace unos meses en el Océano Pacífico, bajo el agua, como si estuvieran en Marte o en la Luna, para probar instrumentos que serán usados en misiones espaciales.
Una sola herramienta debe servir para varios propósitos, ser práctica y eficiente, ya que es muy costoso enviar objetos al espacio.
En el propio Centro Espacial Johnson de la NASA los astronautas se preparan para sus caminatas espaciales en una alberca de más de 6 millones de galones de agua (22.7 millones de litros) con contrapesos para simular las condiciones de microgravedad.
Además, las misiones a Marte requerirán tecnologías avanzadas, como sistemas de soporte vital autónomos, hábitats inflables y vehículos de exploración de largo alcance.
La NASA y sus socios internacionales ya están trabajando en el desarrollo de estas tecnologías, muchas de las cuales se probarán primero en la Luna.
Inspirar a nuevas generaciones
Existen más de 74 agencias espaciales en el mundo, incluida la Agencia Espacial Mexicana (AEM) que firmó un acuerdo el pasado 15 de octubre con Axiom para enviar un astronauta mexicano al espacio dentro de dos años.
El éxito de la exploración espacial no solo depende de la tecnología, sino también del apoyo público y la educación.
Harris subraya la importancia de inspirar a las próximas generaciones de científicos, ingenieros y exploradores a través de programas educativos y actividades de divulgación.
"Puedes ver cómo se prepara a seres humanos para ir al espacio y también estamos participando en investigaciones para enviar a personas a Marte y a la Luna".
Con información de Reforma