Se registran 3 casos de toxoplasmosis entre los yucatecos
Las cifras de la Secretaría de Salud señalan que al corte del 26 de marzo se tiene dos casos en mujeres y uno en hombres
MÉRIDA, Yucatán.- En el primer trimestre del año se tiene el registro en Yucatán de 3 casos de toxoplasmosis, infección causada por el contacto del excremento del gato y que, aunque se presenta de manera poco frecuente, genera graves problemas de salud.
Las cifras de la Secretaría de Salud señalan que al corte del 26 de marzo se tiene dos casos en mujeres y uno en hombres. El año pasado al mismo corte se reportaba un solo contagio.
En Yucatán, en 2021 se registró la cifra más alta en los últimos diez años (con seis casos). En 2013, 2018 y 2019, no se registraron nuevos infectados.
El especialista del Centro de Investigación y de Estudios Avanzados (Cinvestav), Ricardo Mondragón Flores, explicó que la toxoplasmosis es una parasitosis producida por el Toxoplasma gondii, parásito capaz de invadir cualquier tipo de células en animales de sangre caliente.
“El toxoplasma es un parásito intracelular que afecta tanto a personas como a animales por la ingesta de verduras u hortalizas mal lavadas, agua contaminada o carne mal cocida o cruda”, advirtió.
De acuerdo con Mondragón Flores, en mujeres embarazadas este parásito puede producir nacimientos de bebés con ceguera o retraso mental, además de provocar aborto cuando la infección ocurre en el primer trimestre del embarazo.
“Los bebés también pueden nacer aparentemente sanos, y es en la adolescencia cuando manifiestan esquizofrenia, actitudes agresivas o tendencias suicidas. Este patógeno ha encontrado en los gatos a su principal vector de transmisión, ya que el felino puede infectarse al comer aves y roedores con el parásito.
Expuso que dentro del intestino del gato se forma una estructura esférica resistente, conocida como ooquiste, que no es infeccioso, pero que al ser eliminado por medio de las heces en fuentes de agua o en zonas de hortalizas, permite su maduración y capacidad de infección al ser ingerido, afectando a personas o animales.
“Una vez ingerido el ooquiste, el parásito sale e invade a las células del intestino en donde se transforma en una forma para sitaria de alta virulencia conocida como taquizoíto, que atraviesa las células intestinales hasta alcanzar el torrente sanguíneo y distribuirse por todo el organismo. En personas nutridas adecuadamente, y con un sistema inmune eficiente, el parásito no produce síntomas y se aloja en los tejidos en forma de un quiste y permanece ahí por el resto de su vida, hasta que haya alguna condición que induzca su resurgimiento como una inmunosupresión o un embarazo, ya que el sistema inmune sólo puede controlar la infección, pero no eliminarla”, aseveró.
El especialista del Cinvestav dijo que se ha estudiado el comportamiento a nivel celular del parásito Toxoplasma gondii, porque este patógeno puede vivir dentro de las células del organismo por años sin afectar al organismo, pero por alguna razón se activa, sale del quiste en el que está alojado y se disemina a todos los órganos incluyendo el cerebro, donde provoca encefalitis, y al ojo, ocasionando ceguera.
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