MÉRIDA, Yucatán.- En los últimos cinco años la pesquería se ha tornado difícil respecto a la captura de especies como el mero, en donde la preocupación se da porque ya no hay; muchos han dejado de pescar porque ya no lo consideran rentable.

El presidente de la Confederación Mexicana de Cooperativas Pesqueras y Acuícolas (Conmecoop), José Luis Carrillo Galaz, señaló que la pesca se ha complicado y se necesita trabajar a fondo en los consejos estatales, comités de ordenamientos, dentro de la misma Conapesca en la parte legislativa para recuperación de esta especie.

“Los pescadores estamos muy preocupados, porque a pesar de que tuvimos una excelente temporada de pulpo, ahora se enfrenta a la falta de esta especie, la cual es una pesquería que está a punto de impactarse y es donde se tiene que trabajar de manera coordinada con las instancias de gobierno para aplicar un programa de recuperación”, precisó.

Hasta diciembre se habían contabilizado tres mil 600 toneladas, lo que representa un volumen muy bajo con respecto a las cinco a seis mil que se deben de generar por temporada, por lo que esas cantidades son un indicio de que hay problemas en la pesquería y se debe de trabajar en coordinación con los diferentes niveles de gobierno.

La captura de mero deberá finalizar en el primer trimestre de este año, para entrar en veda por dos meses, con miras a que el producto se recupere, para que pueda reanudarse la pesca tras ese lapso de tiempo.

La bióloga y representante del Instituto Nacional de Pesca (Inapesca), Alicia Virginia Poot Salazar, explicó que el mar yucateco aporta el 80 por ciento de la escama marina de todo el Golfo de México, pero también es el litoral que sufre de más sobreexplotación.

Respecto a la producción de mero somos el primer lugar a nivel nacional; en cuanto a la langosta, producimos el 54 por ciento del Golfo de México y Mar Caribe, y a nivel nacional ocupamos el tercer lugar; en el pulpo maya se produce el 73 por ciento del total.

La sobreexplotación de estas especies se da por la falta de inspección y vigilancia adecuadas para evitar la pesca furtiva; las especies se reproducirían más y daría más oportunidad para que la producción aumente en calidad y cantidad.

“El mero rojo está sobreexplotado, es importante decir la verdad, con el fin de buscar soluciones, porque eso no significa que no lo podamos aprovechar o recuperar, todo es posible. Por muchos años la producción de mero ha sido muy alta, danto sustento a muchas familias; en 1972 se sacaban 19 mil toneladas, pero en los últimos cinco años se ha disminuido; solo se consiguen entre cinco y cuatro mil toneladas”, precisó.

Por otro lado, hizo mención de otras especies como la langosta, que va por el mismo camino, siendo un recurso que de alguna manera se ha mantenido estable, pero recientemente se ha observado que la ultima evaluación arrojó que ya se ha aprovechado en su máximo, por lo que “se tienen focos rojos que se necesitan atender”.

Respecto al pepino de mar es una especie que brindó mucha riqueza, nuevos empleos y permisos, por lo que en 2013 se obtenían 17 mil toneladas pero en el 2018 se llegó a menos de 800 toneladas, por lo que se tuvo que tomar la medida de veda de manera permanente.

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