MÉRIDA, Yucatán.- Es común pasar el 14 de febrero con la pareja o con los amigos, aunque este año se tendrá que celebrar con restricciones, debido a la pandemia por el nuevo coronavirus SARSCoV-2 que mantiene en alerta a las autoridades sanitarias.

San Valentín es una celebración esperada por las familias, amigos y parejas, y representa “oxígeno puro” para el comercio establecido, ya que por lo común incrementan las ventas durante febrero, manifestó el presidente de la Cámara Nacional de Comercio, Servicios y Turismo (Canaco Servytur) de Mérida, Iván Rodríguez Gasque.

Precisó que los comercios esperan un repunte de ventas para este 14 de febrero, pero tienen claro que no será igual a las cifras obtenidas en 2020, ya que se trata de un periodo atípico.

“Estas fechas son importantes y cada festividad es de una u otra manera un detonante para las actividades de nuestro sector. Los comercios esperan fechas como éstas porque se incrementan las ventas. No es como un diciembre, cuando comercializas la mercancía que te llevaría seis meses en colocar”, indicó.

El empresario aseguró que las compras por el 14 de febrero representan un pequeño respiro después de la cuesta de enero, que es complicada para todos, ya que se trata del primer evento del año que detona la actividad comercial, por lo que invitó a la población acudir a los negocios a comprar.

“Estarán seguros porque en los negocios del Centro Histórico, al igual que en los demás establecimientos de la ciudad, se aplican las medidas sanitarias, se tiene mucho cuidado, por lo que se puede acudir a comprar”, expuso.

Protocolos sanitarios en restaurantes

Rodríguez Gasque explicó que si la persona acude a cenar a un restaurante con una terraza la atenderá un mesero con careta y guantes, el cual le ofrece gel antibacterial y observará que el lugar cuenta con todos los cuidados pertinentes para prevenir casos de contagio.

Comentó que si la persona se siente segura en ese sitio, regresará. Agregó que cuando se visita un sitio que cuenta con todos los protocolos y se acude con un grupo, por ejemplo de 10 personas, el peligro de enfermarse es elevado, pero cuando se va en familia o con dos o tres amigos del mismo círculo que se frecuenta, las probabilidades son menores.

“El problema viene cuando se amplía el número de personas con las que se convive, pues el índice de enfermarse aumenta; se trata de cerrar el círculo y que las personas que estén dentro de él cierren el suyo”, comentó.

El dirigente dijo que la aplicación de las vacunas no representa un regreso a la normalidad como la que se tenía en 2019, pero habrá un progreso. Será hasta el próximo año cuando se pueda hablar de algo más cercano a lo que se tenía antes de la pandemia.

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