El presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, dijo el jueves que su gobierno continuará presionando a Estados Unidos para que aumente la inversión en los países pobres cuando se lleven a cabo reuniones de alto nivel para abordar el tema de la seguridad.

López Obrador tiene programado reunirse el viernes en Ciudad de México con altos funcionarios estadounidenses, entre ellos el secretario de Estado Antony Blinken, el secretario de Seguridad Nacional Alejandro Mayorkas y el secretario de Justicia Merrick Garland.

Desde hace meses el mandatario mexicano ha aprovechado todas las oportunidades para presionar a Estados Unidos para que aborde lo que él considera las causas fundamentales de la migración, especialmente desde Centroamérica. El presidente Joe Biden encargó a la vicepresidenta Kamala Harris explorar lo que Estados Unidos podría hacer al respecto.

"El fenómeno migratorio, el problema migratorio tiene que atenderse creando oportunidades de trabajo, de bienestar en los lugares de origen de los migrantes para que, antes de que salgan de esos pueblos y abandonen sus familias arriesgándolo todo, que tengan la opción de trabajar y de ser felices donde nacieron, donde están los suyos, donde están sus culturas", dijo López Obrador. "Ese es nuestro enfoque".

El mes pasado, la atención se centró en unos 15 mil migrantes, en su mayoría haitianos, que acamparon junto a un puente fronterizo entre México y Texas. Las autoridades estadounidenses tardaron una semana en trasladarlos a todos y aproximadamente la mitad ya fueron regresados a Haití. México envió a 129 haitianos de regreso a su país el miércoles, aunque no estaba claro si alguno de ellos había estado entre ese grupo en la frontera.

Durante una visita a París el miércoles, Blinken enfatizó que las reuniones en México abarcarían una amplia gama de temas. "Tenemos una agenda muy amplia y creo que es una prueba del hecho de que la relación, aunque es comprensible que algunos temas como la migración ocupen muchos titulares, es increíblemente amplia y arraigada", dijo el funcionario.

El secretario de Relaciones Exteriores de México, Marcelo Ebrard, hizo declaraciones similares a las de López Obrador a principios de semana. Dijo que México presionará a Estados Unidos para que haga más para detener el flujo de armas ilegales hacia México y acelerar las extradiciones solicitadas por los fiscales mexicanos.

México continúa sufriendo altos niveles de violencia y desapariciones relacionadas con la delincuencia organizada, que controla partes del país, pero López Obrador y Ebrard han dicho que la Iniciativa Mérida, que tenía como objetivo aumentar las capacidades de México para combatir la delincuencia, ya es una reliquia en el combate a las drogas.

México también desea reabrir los cruces fronterizos con Estados Unidos. El tráfico se ha limitado a negocios esenciales durante gran parte de la pandemia.

Las conversaciones de seguridad se producen pocas semanas después de que delegaciones de ambos países se reunieron en Washington para reuniones sobre asuntos económicos.

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