Agencias
SAO PAULO, Brasil.- Tres goles para deleitarse, para debatir y para romper corazones.

En una Copa del Mundo pletórica de gol, los tres partidos del cuarto día del torneo ofrecieron gritos de distintas emociones, publica AP.

-Lionel Messi irrumpió con su primer tanto del Mundial de Brasil, un zurdazo con el que Argentina venció el domingo 2-1 a Bosnia-Herzegovina, en el estadio Maracaná de Río de Janeiro, tapizado de Albiceleste en sus gradas. Aunque cuesta creerlo, fue apenas el segundo gol de Messi en los mundiales, primero desde que le puso el broche al 6-0 ante Serbia y Montenegro por la fase de grupos de Alemania 2006. "La verdad es que sí, quería sacar la energía de otras ocasiones, en que las cosas no se daban", dijo Messi.

-Con cierta confusión, el ojo del halcón en el fútbol apareció por primera vez, al dictaminar un autogol del portero Noel Valladares en la victoria 3-0 de Francia ante Honduras en Porto Alegre.

-Y en un dramático desenlace en Brasilia, Michael Arroyo tuvo en sus pies darle el triunfo a Ecuador ante Suiza, pero no supo capitalizar. Valon Behrami, el volante rival que le impidió anotar, se llevó el balón, se quitó a un marcador tras recibir una falta y acabó sirviendo el balón que Haris Seferovic aprovechó para establecer el 2-1 definitivo para los suizos. Todo eso en el tercer minuto del tiempo añadido.

Ninguna diana fantasma

Ya van 11 partidos disputados en el torneo y, salvo el 1-0 de México ante Camerún, todos han tenido al menos tres goles, con un total de 37 dianas. Se trata de la mayor cantidad de goles en esa cantidad de duelos desde los 41 convertidos en los primeros 11 partidos en el Mundial de Suecia 1958, de acuerdo con los datos de Stats.

Después de las polémicas con los "goles fantasmas" de previas ediciones, la FIFA decidió seguir la dirección de otros deportes, como el tenis, y ahora usa el video para despejar las dudas sobre si un balón traspasa o no la raya de gol.

Fue lo que ocurrió a poco de comenzado el segundo tiempo, en el partido en el que Francia se floreaba ante Honduras. Las siete cámaras de video emplazadas en el arco determinaron que la pelota cruzó la línea, por un instante y sólo por centímetros. Y el sistema funcionó al enviar un mensaje al reloj del árbitro brasileño Sandro Ricci, en cuya pantalla apareció la palabra "gol".

Karim Benzema probablemente hubiese preferido haber clavado el balón al fondo de las redes, ya que así se hubiese convertido en el autor de la primera tripleta del Mundial. El delantero francés supo conformarse con facturar un penal sobre el final del primer tiempo y convertir el tercero con un soberbio disparo cruzado a los 72.

Pero la histórica jugada tuvo su momento de confusión, más que nada por la secuencia. El sistema mostró inicialmente la repetición del zurdazo de Benzema en el momento que primero pegó en el segundo poste y mostró el letrero "NO GOAL". Eso estuvo acertado. La jugada no terminó ahí, ya que la misma repetición siguió avanzando hasta que la pelota rebotó en Valladares, y ahí sí cruzó por poco la raya antes que el portero la manoteara afuera.

Recuerde: el margen de error del programa oscila entre los 0.5 y los 1.5 centímetros, lo que las autoridades de la FIFA consideraron aceptable.

La situación no fue del agrado de técnico de Honduras, Luis Suárez

"No estaba molesto porque se concedió el gol, estaba molesto porque no se concedió el gol, la primera decisión fue que no fue gol, la segunda que fue gol", indicó Suárez. "Si tecnológicamente todo está claro, que en principio la bendita máquina haya dicho que no y después que sí, ¿cuál es, cuál es la verdad?"

Remontada mortal

Y este es el Mundial en el que remontar parece ser habitual. Víctima de no saber jalar el gatillo, Ecuador pasó a ser el quinto equipo que no supo defender una ventaja inicial.

Ante Suiza, Ecuador adelantó a los 21 minutos con el gol de Enner Valencia. Admir Mehmedi (48 min) y Seferovic le dieron la vuelta en el complemento.

"Cometimos un ingenuidad que nos costó el partido. Es más la responsabilidad nuestra, no nos superó el rival, no nos pasó por encima", se lamentó Reinaldo Rueda, el entrenador de Ecuador.