El equipo de nominados por el presidente electo Donald Trump enfrenta un intenso escrutinio mientras se llevan a cabo las audiencias de confirmación en el Senado.

Desde cuestionamientos sobre su experiencia hasta controversias por sus posturas políticas, cada nominado ha tenido que sortear desafíos de los senadores antes de ocupar sus respectivos cargos en la administración que comenzará el 20 de enero.

Uno de los casos más destacados es el de Pete Hegseth, postulado como secretario de Defensa. Después de semanas de incertidumbre por las críticas sobre su consumo de alcohol, su falta de experiencia en altos cargos y sus opiniones respecto a las mujeres en combate, Hegseth logró superar una de las audiencias más acaloradas del proceso.

Un proceso cargado de tensiones políticas

El camino para los nominados no ha sido fácil. Algunos, como Tulsi Gabbard y Robert F. Kennedy, Jr., aún deben enfrentarse a audiencias públicas, donde se espera que sus posturas políticas polarizantes generen debates intensos.

Kennedy, en particular, ha enfrentado una oposición significativa, incluso desde sectores republicanos. Una organización vinculada al ex vicepresidente Mike Pence expresó preocupaciones sobre su postura en temas como el aborto, instando a los senadores a rechazar su nombramiento como secretario de Salud y Servicios Humanos.

Pam Bondi, nominada para secretaria de Justicia, también ha sido objeto de fuertes cuestionamientos. Durante su audiencia, los demócratas le exigieron que se pronunciara claramente sobre temas como la legitimidad de las elecciones de 2020 y la posibilidad de indultar a participantes en el ataque al Capitolio del 6 de enero de 2021.

Aunque Bondi intentó evadir respuestas directas, su desempeño generó dudas entre los senadores.

Por otro lado, Marco Rubio, nominado para secretario de Estado, parece tener un camino más sencillo hacia la confirmación. Su experiencia como senador y su compromiso con una agenda de política exterior centrada en “Estados Unidos primero” le han asegurado apoyo bipartidista. Su votación podría realizarse tan pronto como el lunes por la noche.

Desafíos para el liderazgo republicano

El líder de la mayoría en el Senado, John Thune, ha indicado que las votaciones sobre los nominados comenzarán tan pronto como sea posible tras la toma de posesión de Trump. Sin embargo, la ajustada mayoría republicana de 52-47 complica la situación, ya que cualquier deserción dentro del partido podría poner en riesgo las confirmaciones.

Los demócratas, liderados por Chuck Schumer, han prometido utilizar herramientas procedimentales para prolongar el proceso, aunque reconocen que su capacidad para bloquear a los nominados es limitada. “Es fundamental dejar un registro de estos nominados”, afirmó Schumer mientras continuaban las audiencias.

(Con información de The Associated Press)