"Estoy dispuesto a conversar hasta con el diablo": Maduro

El nuevo Mandatario dijo que iba profundizar la "revolución" y corregir ineficiencias y corruptelas que plagan el país.

|
Tras la ceremonia de juramentación Nicolas Maduro recorrió las calles de Venezuela junto a su compañera Cilia Flores. (Agencias)
Compartir noticia en twitter
Compartir noticia en facebook
Compartir noticia por whatsapp
Compartir noticia por Telegram
Compartir noticia en twitter
Compartir noticia en facebook
Compartir noticia por whatsapp
Compartir noticia por Telegram

Agencias
CARACAS, Venezuela.- En un discurso carente de anuncios concretos sobre cómo resolverá los problemas económicos y políticos que afronta el país, Nicolás Maduro asumió como nuevo presidente de Venezuela y ofreció, por primera vez desde el inicio del proceso electoral, dialogar con su rival Henrique Capriles, quien ha retado su victoria.

En una ceremonia en la Asamblea Nacional suspendida momentáneamente por la irrupción de un desconocido cuando Maduro comenzaba su discurso y mientras en la calle sonaban cacerolas y cohetes, el nuevo mandatario dijo que iba profundizar la "revolución" y corregir ineficiencias y corruptelas que plagan las llamadas "misiones" o programas de subsidios sociales en el país.

"Yo estoy dispuesto a conversar hasta con el diablo, Dios me perdone... hasta con el nuevo Carmona si es necesario", dijo en referencia a Capriles, a quien identifica como "el nuevo Carmona". Carmona fue un empresario venezolano que se auto juramentó como presidente en abril de 2002 cuando Chávez fue destituido del poder algunas horas. El hombre está asilado en Colombia desde entonces.

No es la primera vez en 14 años de gobierno chavista que se ofrece diálogo a la oposición, aunque nunca se ha concretado. Capriles no hizo comentarios de manera inmediata al ofrecimiento de diálogo.

Minutos después de que jurara como mandatario ante el presidente de la Asamblea Nacional, Diosdado Cabello, un hombre vestido con una chaqueta roja subió a la tribuna legislativa e interrumpió su discurso.

El desconocido tomó el micrófono desde el que hablaba Maduro y gritó "¡Nicolás!, ¡Nicolás!", cuando tres hombres de seguridad se abalanzaron sobre él y lo sacaron del recinto.

El propio Maduro, de 50 años, declaró superado el "incidente" y lo atribuyó a un "compañero", con quien dijo que después hablaría.

Sin embargo, Maduro se quejó de la seguridad del recinto. "Me pudieron haber dado un tiro aquí", dijo y reanudó su discurso.

Un incidente similar ocurrió durante un desfile militar encabezado por Chávez en febrero del 2007, cuando un joven violó los anillos de seguridad e intentó acercarse al entonces presidente.

Maduro se quejó de la seguridad del recinto. "Me pudieron haber dado un tiro aquí"

No llegó tan cerca del ex mandatario y fue el mismo Cabello, junto con el entonces ministro de la Defensa, quien intervino para detener al hombre, quien fue imputado de violaciones a las normas de seguridad militares.

En la sesión se encontraban algunos mandatarios latinoamericanos como el colombiano Juan Manuel Santos, el cubano Raúl Castro, el iraní Mamud Amadineyad, el boliviano Evo Morales y el nicaragüense Daniel Ortega.

También arribaron las presidentas de Brasil, Dilma Rousseff; de Argentina, Cristina Fernández, y de Uruguay, José Mujica.

Al final de la ceremonia, Cabello reiteró su advertencia que dirigentes de la oposición podrían ir a la cárcel como supuestos responsables de la muerte de ocho personas en protestas realizadas después de las elecciones.

"Queremos rendirle tributo a las víctimas del fascismo... en nombre de estos compañeros aquí no puede haber impunidad", dijo.

"(Hay) autores materiales, pero los autores intelectuales también deben pagar para que haya paz en este país", dijo Cabello, quien ya ha responsabilizado directamente a Capriles y miembros de su comando de campaña de tales disturbios y muertes. El opositor lo niega.

La Fiscalía General informó en un comunicado que detuvo a una persona de 36 años, identificada como Carlos Omar Serrano López, como uno de los presuntos autores materiales de la muerte de dos de las ocho víctimas que dice el gobierno dejaron las protestas.

El acto se celebró mientras aún está pendiente una auditoría electoral solicitada por la oposición, que confía que revocará los resultados oficiales de los comicios del pasado domingo. En caso de que así suceda, la juramentación puede ser impugnada ante el Tribunal Supremo de Justicia.

Mientras juramentaba, en algunas partes de Caracas se escuchaba un "cacerolazo", que en los últimos días se ha vuelto una muestra de rechazo a Maduro por parte de la oposición. Al mismo tiempo, retumbaron cohetes en el centro de la capital, algo que el oficialismo ha utilizado para celebrar el triunfo del sucesor de Chávez.

El hombre que interrumpió el discurso de Maduro no intentó agredir físicamente al presidente. Sólo tomó el micrófono de la tribuna baja de la Asamblea Nacional, donde hablaba el mandatario.

Desde la tribuna superior, el presidente de la Asamblea Diosdado Cabello, se levantó de su silla e intentó atrapar al desconocido. Cabello es un teniente en retiro del ejército venezolano.

La televisión estatal suspendió casi de inmediato la transmisión de la imagen directa del podio donde estaba Maduro.

Dijo que el muchacho "quien sabe qué desesperación trae", pero subrayó que había actuado mal porque se trataba de un acto protocolario.

"Yo no tengo problemas, mi vida está al servicio de esta patria", señaló y en seguida añadió: "Me deben cuidar, de alguna manera me deben cuidar".

Sin mencionar a nadie en específico añadió que "ahora dicen que fue parte de un montaje, de un reality show".

La fiscalía de Venezuela identificó más tarde a la persona que interrumpió el discurso de Maduro como Yendri Sánchez González, de 28 años, e informó en un comunicado que se le imputarán cargos, aunque no precisó cuáles. No dio más información sobre quién es.

Tras reanudar el discurso, dijo que el presidente colombiano se había retirado de la sesión, aunque afirmó que su colega le dijo que tenía una reunión con alcaldes en su país.

La juramentación ocurrió un día después de que el Consejo Nacional Electoral, en una sorpresiva decisión, anunciará una ampliación de la auditoría electoral y que ahora comprenderá las mesas de votación no revisadas tras los comicios, lo que para algunos abre un camino de incertidumbre sobre lo que sucederá.

Así, el Consejo revisará el 46% de restantes de las cajas que contienen los comprobantes de votación que no fueron auditadas el domingo pasado. La ley venezolana dice que tras culminar una jornada electoral se debe auditar, de inmediato, el 54% de las urnas y mesas electorales en presencia de los representantes de los partidos, los testigos de las mesas de votación y los electores.

La auditoría consiste en cotejar los datos consignados en las actas de cada mesa frente a cada comprobante del voto y al cuaderno de electores registrados. La petición de Capriles indicaba adelantar dicho procedimiento con el 100% de las mesas. Es decir, incluyendo el 54% ya auditadas el día de las elecciones.

Y aunque el Consejo Electoral sólo accedió a escrutar el 46% restante, Capriles se dijo satisfecho por el momento con la decisión.

Algunos analistas, sin embargo, no creen que la nueva auditoría alterara los resultados ya anunciados y que otorgaron el triunfo oficial a Maduro, para suceder al fallecido mandatario Hugo Chávez.

Se trata de la primera auditoría a la totalidad de los resultados de comicios presidenciales en 14 años de chavismo.

Edgard Gutiérrez, consultor político venezolano, dijo a The Associated Press que con la decisión del Consejo Electoral "se abre una suerte de `caja de pandora'" de la que no se tiene certeza qué se encontrará en su interior.

Otros muestran un gran escepticismo sobre si la auditoría puede cambiar los resultados.

"Esto no es más que una especie de trueque con los gobiernos de UNASUR para hacerse a la legitimidad que tanto le hacía falta Maduro para posesionarse hoy sin cargos de conciencia", dijo Vicente Torrijos, politólogo y profesor de la Universidad del Rosario en la capital colombiana. "En la práctica, eso significa que el resultado seguirá siendo el mismo y que el CNE actuará de manera protocolaria para ratificar la posesión de Maduro".

Hasta ahora no ha trascendido si hubo algún tipo de gestión diplomática previa en la reunión extraordinaria de UNASUR realizada en las últimas horas en Perú.

"Maduro probablemente recibió el mensaje de algunas personas, tanto dentro como fuera de Venezuela, de que su postura intransigente no era sostenible", dijo a la AP Michael Shifter, presidente de la organización Diálogo Interamericano, con sede en Washington. "Sospecho que los brasileños y los colombianos se inclinaron sobre él para que aceptara la auditoría".

El experto consideró que "Maduro ha perdido la compostura a veces y no ha inspirado precisamente mucha confianza, incluso entre los chavistas, mientras que Capriles ha actuado con ecuanimidad y ha mostrado liderazgo"

Luego de que en los dos días posteriores a los comicios, Venezuela viviera momentos de tensión cuando jóvenes y miembros de la oposición se manifestaron en las calles para reclamar un recuento total de votación, la temperatura política y social bajó tras la decisión de Capriles de suspender una nueva movilización en Caracas prevista para el miércoles.

"La respuesta del CNE (Consejo Electoral, al reclamo opositor) le baja la presión al juego y la estrategia de Capriles depende de lo que haga Maduro", dijo Gutiérrez, aunque estimó que sus pasos deben ir encaminados a "mantener la presión sobre el proceso de reconteo".

Después de las primeras protestas y algunos hechos de violencia, Capriles ha pedido a la gente que descarguen su indignación a través de "cacerolazos" y ahora también ha llamado a bailar salsa durante la ceremonia de juramentación de Maduro.

"Si el resultado se confirma (y gana Maduro), Capriles tiene que honrar su palabra: yo reconozco el resultado y debe preparar a sus seguidores para que ese golpe", dijo Gutiérrez.

Capriles sostiene que sus partidarios en las mesas le han dicho que fue él quien ganó la presidencia.

La auditoría completa, anunciada por el Consejo Electoral, tomará al menos 30 días, según su presidenta Tibisay Lucena.

En caso que esa revisión dé el triunfo a Capriles, el mandato de Maduro quedaría revocado y no podría completar el período de seis años.

Después del acto en la Asamblea Nacional, Maduro y la primera dama Cilia Flores, ex procuradora general y miembro del comando de campaña del nuevo mandatario, encabezaron un desfile militar con motivo del aniversario del inicio de la lucha de independencia del 19 de abril de 1810.

Luego de la muerte de Chávez, que falleció 5 de marzo tras luchar contra el cáncer casi dos años, las autoridades electorales debieron convocar de inmediato a nuevas elecciones.

En octubre, ya Venezuela había reelegido a Chávez, quien consiguió más de un millón de votos de diferencia sobre Capriles, que entonces admitió de inmediato la derrota.

Lo más leído

skeleton





skeleton