El secretario general de la OTAN, Mark Rutte, hizo un llamado este martes a una transición ‘inclusiva y pacífica’ en Siria, tras la rápida ofensiva de finales de noviembre liderada por grupos rebeldes y yihadistas que resultó en la caída del régimen de Bashar al-Assad.

Rutte compartió su mensaje en redes sociales después de mantener una conversación con el rey Abdullah bin Al Hussein de Jordania, en la que ambos discutieron sobre las esperanzas de estabilizar el país mediante una transición que incluya a todas las partes. 

Este diálogo coincide con la reciente participación del monarca jordano en una reunión ministerial de la OTAN, un evento en el que los 32 países aliados reafirmaron su intención de reforzar su presencia en Oriente Próximo.

Sin embargo, Rutte también alertó sobre los riesgos asociados al panorama actual en Siria.

La amenaza de Estado Islámico y otros grupos terroristas persiste, y existe el temor de que estos aprovechen la incertidumbre para fortalecerse, una preocupación compartida por Estados Unidos, que ha advertido sobre el potencial resurgimiento del grupo tras el colapso del régimen de Al-Assad.

Un momento de incertidumbre

En un comunicado emitido ayer, el exprimer ministro neerlandés celebró la salida del poder de Al-Assad en Siria, al tiempo que reconoció que es un momento de incertidumbre tanto para la población siria como para toda una región marcada en este último año por la inestabilidad.

El jefe político de la OTAN cargó las tintas contra Rusia e Irán por su responsabilidad como aliados cercanos de Al-Assad en los crímenes cometidos por la dictadura siria, al tiempo que señaló que le abandonaron ‘cuando dejó de ser útil’.

En todo caso, la organización militar no ha aludido de momento a ningún grupo en concreto de la amalgama de fuerzas opositoras o al papel que pueda desarrollar los yihadistas de Hayat Tharir al Sham (HTS), apuntado que vigilará ‘de cerca’ el momento post-Assad, para ver ‘cómo los rebeldes llevan a cabo esta transición’.

Con información de Reforma