Donald Trump, ha lanzado duras críticas contra el actual mandatario, Joe Biden, tras la reciente decisión de este último de condecorar a Liz Cheney, republicana y exvicepresidenta del comité de investigación del asalto al Capitolio, con la Medalla Presidencial de los Ciudadanos. 

Esta distinción, la segunda más alta para civiles en el país, fue otorgada a Cheney y otros 19 individuos.

Trump no ocultó su descontento y acusó a Cheney de haber recibido el premio únicamente por su supuesto odio hacia él. 

"Cheney tiene la distinción de perder su escaño en el Congreso por el margen más grande de la historia. La gente de Wyoming entendió lo mala que era para nuestro país, pero Biden la recompensó solo porque odiaba a Trump", manifestó en su propia plataforma ‘Truth Social’.

Según el presidente electo, Cheney y otros miembros del comité de investigación actuaron de manera corrupta al ‘destruir y eliminar pruebas’ relacionadas con los eventos del 6 de enero de 2021, día en que una turba atacó el Capitolio en un intento de revertir los resultados de las elecciones presidenciales.

“Han destruido las vidas de muchas personas y son recompensados con medallas falsas de Biden. Esto no es Estados Unidos”, afirmó Trump, quien además aseguró que Cheney y Bennie Thompson, presidente del comité, cometieron actos ‘imperdonables’ y deberían enfrentar consecuencias legales.

Tras llevar a cabo una investigación, la Cámara de Representantes concluyó que Trump habría participado en una ‘conspiración de múltiples partes’ para anular los resultados electorales y que no intervino para frenar el ataque al Congreso. 

Estas conclusiones llevaron a que algunos participantes en el asalto fueran condenados, penas que Trump ha prometido revisar una vez asuma el cargo el próximo 20 de enero.

En medio de este panorama, Biden habría considerado otorgar indultos preventivos a Cheney y Thompson para protegerlos de posibles represalias bajo la nueva administración. 

Trump, por su parte, se mantiene firme en su promesa de ‘hacer que Estados Unidos sea grande otra vez’ y enfrenta con polémica los últimos días de transición antes de regresar a la Casa Blanca.

“El 20 de enero no puede llegar lo suficientemente rápido. Hagamos que Estados Unidos sea grande otra vez”.

Con información de Reforma