Londres-. Dos miembros de una red de tráfico de migrantes fueron hallados culpables el lunes en relación con la muerte de 39 personas halladas en el compartimiento de carga de un camión en el sudeste de Inglaterra.

Gheorghe Nica, rumano de 43 años y Eamonn Harrison, chofer del camión y norirlandés de 24 años, fueron hallados culpables de las muertes de los migrantes vietnamitas, hallados sin vida en el poblado de Grays.

Las víctimas, de entre 15 y 44 años de edad, fueron halladas el 23 de octubre del 2019 en el contenedor de carga que llegó de Bélgica por ferry. Los migrantes, provenientes de aldeas pobres, probablemente pagaron a traficantes para que los llevaran a países desarrollados.

Two members of a smuggling ring have been found guilty of the manslaughter of 39 Vietnamese migrants.

They suffocated in the back of a lorry going from Belgium to Essex last year.

Gheorghe Nica and Eamonn Harrison were also convicted for their part in the ring with two others. pic.twitter.com/sP3Q8Rcdo4

— Metro Radio News (@MetroRadioNews) December 21, 2020

La fiscalía alega que Harrison condujo el contenedor a Zeebrugge, un puerto en Bélgica, para transportarlo a Gran Bretaña y que Nica era el cabecilla de la banda.

Otros dos sospechosos -- Christopher Kennedy y Valentin Calota -- fueron también convictos el lunes de tráfico de personas, tras un juicio que tardó 10 semanas.

Otras personas se declararon culpables, entre ellas el chofer del camión Maurice Robinson, de 26 años, quien recogió el contenedor en Inglaterra y se declaró culpable de 39 cargos de homicidio culposo.

"They were following the false promise of a better life."

DCI Daniel Stoten of Essex Police pays tribute to 39 Vietnamese migrants who were found dead in a lorry container in Grays last year, after two men were convicted of their manslaughter.

Latest: https://t.co/8iUJYmKp9q pic.twitter.com/8kwMVS1XnL

— Sky News (@SkyNews) December 21, 2020

Las autoridades informaron que los cuerpos de los inmigrantes fueron encontrados en octubre del año pasado dentro del remolque sellado de un camión, en un polígono industrial de Essex (este de Inglaterra).

El grupo conformado por hombres, mujeres y niños que murieron pasaron al menos doce horas dentro del contenedor, después de haber pagado unas 10.000 libras (10.900 euros) por cruzar la frontera británica dentro del camión frigorífico, cuyas neveras estaban desconectadas.

Casi en su totalidad entraron en el norte de Francia al camión, que después fue conducido al puerto de Zeebrugge, en Bélgica, e introducido en un barco de mercancías hacia Purfleet (Inglaterra).

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