Jacobo Velazquez/MÉRIDA, Yuc.-Desde hace un lustro, repunta la piratería en costas de Yucatán, donde al igual que hace algunos siglos, delincuentes despojan a los hombres del mar de sus pertenencias, los productos del día y los motores de las embarcaciones. 

Incluso, se sabe de casos en los que los malvivientes se roban motores, naves y producto, arrojando al mar a los pescadores, a quienes, si bien les va, les lanzan una nevera para que puedan flotar en espera de un rescate. 

Piratería en costas de Yucatán

Anselmo Canul lo vivió en las aguas de Progreso: “Es en la noche, nos amagan, nos encañonan, nos tiran al piso de la lancha, nos dicen: ‘no volteen’; nos maltratan, nos insultan, nos intimidan y nos bajan todas las cosas. Es el modus operandi que tienen… nos ponen en las muelas porque todo ese patrimonio es a veces una parte de la vida de uno que se ha dedicado al trabajo”. 

Otro hombre de mar, Ronald N., señala la impotencia que sufrieron familiares cercanos y amigos no se olvida, “porque somos gente trabajadora que con mucho esfuerzo hemos logrado tener una lancha, adquirido un motor, las artes de pesca; salimos de madrugada, a veces regresamos de noche, y a veces cuando uno más se lastima en el mar es cuando menos producto trae y es injusto que gente sin corazón, gente indeseable que viene a dañar; los han navajeado, los han golpeado, los han amenazado con pistolas, con metralletas, y al final de cuentas quitan todo. Es algo inaudito y nadie, absolutamente nadie hace algo para corregir este mal que se está dando”. 

En promedio, las pérdidas por robo de motor, aparatos electrónicos, gasolina y la producción va de 250 mil a 300 mil pesos. Dinero que difícilmente puede financiar un pescador.

Asalto a pescadores en Yucatán

Ana María Frías, presidenta del Consejo de Administración de la Federación de Cooperativas Pesqueras, Turísticas, Acuícolas y Artesanales del Estado de Yucatán, asegura que la cifra de robos en los tres primeros meses del año supera por mucho a la registrada el año anterior, con al menos 20.

“Venimos de 2019 con un año bajo en capturas; 2020, cero, por la pandemia no se pudo trabajar y ahora apenas se está empezando a abrir la temporada de capturas. Los robos son un acabóse para la persona pescadora”, indicó. 

“Ahorita no hay ningún tipo de apoyos para el sector pesquero, y menos sustitución de lanchas y motores, así que si algún compañero le roban su embarcación, y ésta aparece, pero no el motor, es súper difícil que se volviera a comprar una  máquina nueva”, finalizó.

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