Ana Hernández/Milenio Novedades
MÉRIDA, Yuc.- El cuerpo de un delfín, el séptimo en lo que va del año, recaló en la Reserva Estatal de El Palmar, ubicada entre los puertos de Sisal y Celestún. Debido a la dificultad de acceso de la zona, las autoridades y especialistas están determinando cómo llegar hasta ahí.

El coordinador del Programa de Investigación y Conservación de Mamíferos Marinos de la Universidad Autónoma de Yucatán (Uady), Raúl Díaz Gamboa, explicó que el cuerpo fue hallado el viernes pasado 4, según confirmó la persona que lo halló y que motivó el desplazamiento de personal de la Procuraduría Federal de Protección al Ambiente (Profepa), delegación Yucatán para confirmar el hallazgo.

Indicó que este domingo determinaron -con el apoyo de esta dependencia federal- cómo se trasladarán al lugar para que puedan hacer una inspección del ejemplar y tratar de determinar qué causó su muerte, analizar el cuerpo, y tomar muestras, como lo han hecho con otras necropsias que han realizado.

El especialista señaló que si bien en las autopsias de algunos ejemplares no se ha encontrado lesiones internas o evidencias de qué pudo causarles la muerte, en algunos de ellos si se comprobó que tuvieron interacción humana que pudo influir, porque tenían cortes profundos.

La mayoría de los casos evidenció congestión, por lo cual se cree que los afectó algún proceso neumónico. 

'Cementerio' costero

Con este suman ya 10 muertes de cetáceos en las costas de Yucatán en lo que va del año, entre los reportes están un cachalote pigmeo, siete delfines, cuatro en Progreso y tres en la zona de la Reserva de El Palmar, una ballena picuda en Las Coloradas y un macho de la especie Balaenoptera physalus, de la segunda especie más grande de ballenas (28 de febrero), así como 2 tortugas.

El sábado pasado se localizó en la costa de Chuburná Puerto un ejemplar joven de tortuga de carey de cerca de 45cm de caparazón y peso aproximado de cuatro kilos. 

Fue el velador de una casa de verano quien descubrió el cuerpo del quelonio y dio aviso a las autoridades.

El caso más sonado en los últimos días fue el de una monumental ballena, un macho juvenil inmaduro de 14.5 m de largo y pesaba unas 25 toneladas, de la especie Balaenoptera physalus denominada ballena de aleta o rorcual común, que recaló muy cerca del muelle de Progreso. 

El cadáver del cetáceo llamó la atención de cientos de curiosos que no desaprovecharon la oportunidad para tomarse fotos e incluso montar al animal. 

Según los especialistas, esta ballena murió por causas naturales. 

De igual manera, el pasado 20 de febrero fue encontrado el cadáver de un delfin en las costas de Progreso. Fue reportado por los vecinos al sentir el mal olor, ya que se encuentraba en alto grado de descomposicion, con las vísceras por fuera y parte del sistema esqueletico del cráneo visible.

Fenómeno global

En las últimas semanas, el varamiento de especies marinas se ha reportado en varias partes de México y el mundo. 

En Baja California Sur, el 11 de febrero pasado nueve delfines fueron rescatados vivos por la autoridad ambiental. 

En enero, en la misma entidad, la Procuraduría Federal de Protección al Ambiente (Profepa) reportó el hallazgo de siete ballenas grises (Eschrictius robustus) muertas en diferentes puntos de la Laguna Ojo de Liebre.

En Oaxaca se reportó el hallazgo de 28 tortugas muertas y otras 14 varadas en febrero pasado. 

Recientemente en Argentina aparecieron 23 delfines sin vida con extrañas marcas en los hocicos.

En India se reportó la muerte de un centenar de ballenas piloto en enero pasado.