Salvemos una vida: La bebida que puede resultar peligrosa

La psicóloga Adriana Marianel Mc Liberty Negrín, invitada al programa, advierte de los riesgos del abuso del alcohol

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Marilis Escalante (d) fue la anfitriona de Adriana Marianel Mc Liberty Negrín, funcionaria de la Secretaría de Salud estatal. (Novedades Yucatán)
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MÉRIDA, Yucatán.- En el programa de radio “Salvemos una vida” de esta semana, que se transmite por Amor 100.1 FM de Grupo SIPSE, la conductora Marilis Escalante tuvo como invitada a la psicóloga Adriana Marianel Mc Liberty Negrín, jefa del Departamento de Prevención y Control de Adicciones de los Servicios de Salud de Yucatán (SSY), quien abordó el tema del uso y abuso del alcohol.

Marilis Escalante abrió la emisión mencionando que “nos encontramos en unas fechas muy bonitas, estamos saliendo de una pesadilla, tal vez nos encontremos con familiares y amigos en corto, pero será muy distinto al año pasado, creo que los sentimientos de nostalgia y alegría van a aflorar y esto puede ser un motivo para que haya un alto consumo de alcohol, por eso hoy hablaremos de este tema con la psicóloga Adriana Mc Liberty Negrín, especialista en atención y prevención de adicciones”.

La invitada inició la charla señalando que en el tema del alcohol, una cosa es su uso moderado y otra su abuso, por lo que se debe procurar consumirlo de manera responsable.

“El alcohol es una droga depresora del sistema nervioso que desinhibe. Hace que las conductas y decisiones que en nuestro sano juicio podemos aceptar o descartar, no las reconozcamos. Por eso recomendamos que cuando las personas estén muy emocionadas, enojadas, tristes o deprimidas, no consuman alcohol porque lo que comienza con risas, acaba en golpes y problemas familiares; si se tenía ideas de autodañarse, se puede agravar. Comienzan invitando la ‘tanda’ y terminan gastando el dinero destinado para su hogar”, comentó.

Añadió que en el alcohol, como en toda droga, al principio existe una tolerancia. La primera copa, cerveza o la bebida alcohólica que se elija, marea a la persona que la ingiere, pero al paso del tiempo su organismo la tolera y ya tiene que tomar no una sino dos para sentir el efecto. Así, el cuerpo se va a adaptando a cada vez más hasta llegar a una tolerancia mayor; por eso mucha gente dice que “sabe tomar”, pero no es así.

Explicó que “una cosa es la tolerancia física y otra lo que al cuerpo le va ocurriendo. Se desarrolla una dependencia psicológica, le dan al alcohol el poder de controlar sus emociones, luego comienza la dependencia física y llega lo que se llama el síndrome de abstinencia, que es cuando la persona se comienza a sentirse mal si no consume alcohol”, expuso la psicoterapeuta.

Adriana Mc Liberty dijo que los mexicanos toman de “manera explosiva”, esto se da cuando no beben durante la semana pero abusan del consumo los fines de semana. “Y los tiempos se van acortando: si bebía los fines de semana cada seis meses, luego cada tres y así, hasta que se vuelve más frecuente. Hay quienes piensan que no tienen dependencia al alcohol porque sólo beben una vez al año, pero cuando inician no pueden parar y es una borrachera que les dura varios días”, afirmó.

Ante el cuestionamiento de Marilis de si el alcoholismo se hereda, la especialista en atención y tratamiento de las adicciones comentó que, aunque no necesariamente, si existe cierta vulnerabilidad genética.

“No es sólo por la carga genética, sino más bien por usos y costumbres. En México es muy común que los padres les inviten a sus hijos su primera borrachera, para ‘enseñarles a tomar’. Independiente de la parte moral, porque es un menor de edad, al no estar desarrollado su cerebro por completo, al meterle una droga como el alcohol, se daña”, apuntó.

La especialista afirmó que el alcohol llega a dañar tanto a las familias, que los hijos cuando van creciendo son resilientes y luchan para no repetir esa historia. Sin embargo, el porcentaje es bajo, alrededor del 10 por ciento de las personas.

“Quizá mi padre bebía, pero hay una edad en la que no se pude usar esto de pretexto. Ha sido mi historia de vida, pero la puedo cambiar. Es bueno acudir al psicólogo y apoyarse porque les permite ser fuertes y no repetir la historia familiar”, apuntó la invitada.

Presión social

Marilis Escalante dijo que cuando los jóvenes crecen con adultos que bebedores, corren el riesgo de caer en esta conducta. “Hay papás que descubren que sus hijos son bebedores y también hijos que caen en la cuenta que sus padres abusan del alcohol. En el caso de los jóvenes, ¿qué pueden hacer al respecto?, ¿qué le dirías a un joven que se encuentra en un núcleo familiar donde se consume mucho alcohol?”, cuestionó.

Adriana Mc Liberty dijo que se debe tener en cuenta que entre los jóvenes existe mucha presión social para que se inicien en el consumo del alcohol.

“A veces no es una falla del hogar el que un joven caiga en la adicción, sino que quieren pertenecer a un círculo y terminan cediendo. Yo les digo que nadie que los quiera les va a obligar a hacerlo, y no eres más ni menos por tomar. Recomendaría que procuren estrategias de autocuidado para evitarlo, preguntarse si es algo con lo que estoy cómodo haciéndolo o sólo quiero caerle bien a alguien”, expresó.

Marilis Escalante preguntó a la psicóloga si ocurren los mismos efectos en un hombre y una mujer al consumir determinada cantidad de alcohol.

“Es un hecho que el varón tiene un sistema que metaboliza más rápido al alcohol y tiene más tolerancia. Hay gente cuya carga genética tienen más tolerancia, pero la recomendación para los hombres son cuatro cervezas sin llegar a la intoxicación; en el caso de la mujer, dos o tres. Hay muchas que quieren competir con los hombres y piensan que tener más tolerancia les da más estatus; les sugerimos que eviten abusar para no quedar inconsciente y ponerse en riesgo. Nadie está exento de que pueda ocurrirle algo. Además, recomendamos comer algo mientras se está bebiendo y espaciar las copas”, explicó.

La invitada recordó que el daño del alcohol al cuerpo deriva en cirrosis, deterioro a largo plazo, muerte prematura, vejez con poca calidad de vida, entre otros.

“Mucha gente que abusa se pelea y agrade a familiares y amigos o sufre accidentes que implican amputaciones o daños severos, incluso la muerte; también personas que toman la lamentable decisión de dejar de vivir al estar bajo los influjos del alcohol. Hay que pensar lo que nos puede pasar por abusar de la bebida”, advirtió.

“Hay personas a las que el alcohol les sirve para ocultar sus problemas, es un pretexto porque le pueden echar la culpa de lo que les ocurre. Si sienten que el alcohol ya está tomando el control de su vida, acudan al psicólogo, busquen ayuda profesional a tiempo. Hay que hacer una autoreflexión de cómo terminamos cuando abusamos, y si no cumplimos la promesa de beber menos, ahí hay un foco rojo. Si tomas y no te acuerdas de lo que hiciste, es otra señal de alerta. Entonces, es necesario buscar ayuda”, finalizó.

¿A dónde acudir?

“Mi primera recomendación es no hacer una confrontación con la persona que necesita ayuda, porque en ocasiones los familiares se dan cuenta de que la persona ya no puede controlarse. En un servicio de psicología jamás se les va a juzgar. Se puede acudir a las seis Uneme Capa, donde tenemos el tratamiento ambulatorio, y cuando necesitamos apoyo clínico, a alguna de las dos Uneme Cisame. Se puede llamar la línea 800-108- 8000 que está las 24 horas del día para preguntar cuál es su unidad más cercana y también en esa línea se proporciona ayuda en crisis”, finalizó.

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