Enrique Mena/SIPSE
CHETUMAL, Q. Roo.- La directora de la Reserva de la Biósfera Banco Chinchorro y el Parque Nacional Arrecifes de Xcalak, María del Carmen García Rivas, insiste en la necesidad de frenar el paso de la especie invasora conocida como pez león, a la zona costera y arrecifes de coral del área, para no generar un escenario de devastación del 40 por ciento de la población de peces nativos, como presentan otros países del mundo. Mientras tanto, se aplican programas de captura y monitoreo, en coordinación con sociedades cooperativas pesqueras, para ajustar un plan de contención de la voraz especie de escama.

De acuerdo con registros de bitácora marina que resguarda la Comisión Nacional de Áreas Naturales Protegidas (Conanp), fue en el 2009 cuando se identificó la llegada inesperada de esta especie marina a las costas de Banco Chinchorro, en primer plano Cozumel. A consecuencia de esto, los peces nativos son devorados incesantemente por el Pterios volitans, conocido también como pez escorpión o fuego del diablo.

“El problema no es local, sino que se extiende en los 700 kilómetros del Gran Arrecife Mesoamericano, del que Quintana Roo forma parte. Las hembras llegan a poner hasta 30 mil huevos cada cuatro días como lo marca su ciclo reproductivo, es una plaga voraz”, mencionó.