Laguna Nichupté, un peligro; contabilizan 850 cocodrilos
Aconsejan observar siempre por donde se camina y a no acercarse a los manglares porque es el hogar de esta especie.
Esmeralda Espinoza/SIPSE
CANCÚN, Q. Roo.- De septiembre del año pasado a la fecha, 850 cocodrilos han sido contabilizados por la Zona Federal Marítimo Terrestre (Zofemat), a lo largo del Sistema Lagunar Nichupté, es decir 350 más de los que tenían contemplados cuando iniciaron el censo.
Sergio Esquivel Carrillo, director de Zofemat, explicó que el operativo que realizan para censar, inspeccionar, vigilar y prevenir ataques de cocodrilos no es emergente cada vez que se presente un avistamiento, en cambio es de manera permanente.
“Seguiremos con el monitoreo de cocodrilos en todo el boulevard Kuculcán y estamos haciéndolo no sólo con inspecciones sino con concientización y capacitación de los trabajadores de la zona y la población”.
En un recuento de las actividades que han realizado desde entonces, destacó la colocación de carteles en español e inglés desde el kilómetro uno de la zona hotelera y en puntos estratégicos donde han observado que es el hábitat de los animales y donde los turistas curiosean para captarlos con el lente de sus cámaras fotográficas como es a la altura del kilómetro nueve en Coral Negro.
Un punto que resaltó fue que además del censo, identificaron que algunos de los avistamientos ocurridos en el último año a escasos metros de la laguna, correspondieron a cocodrilos domesticados, es decir que fueron atrapados por humanos desde que eran pequeños, pero con el paso de los años sus dueños deciden regresarlos a su hábitat.
Sin embargo, por temor a ser denunciados por las autoridades, los dejan en las orillas de la laguna, incluso han encontrado dos que estaban amarrados de trompa y patas debajo de vehículos cerca de una de los centros comerciales.
“Por el momento todo ha estado mejor controlado, pero las recomendaciones siempre estarán presentes para toda la población”, apuntó.
Aconsejó a los visitantes a observar siempre por donde caminan y a no explorar entre los manglares porque ese es el hogar de los cocodrilos y al sentirse invadidos es cuando atacan.
Reconoció que los trabajadores de los restaurantes cercanos a la laguna han puesto en práctica las recomendaciones que les dieron en las capacitaciones y han dejado de alimentar a los cocodrilos.
"Aquellos que resulten agresivos, por el tamaño, van ser extraídos y ubicados en otros sitios, como los zoológicos de Puerto Morelos, Mérida y Tabasco.