La crisis económica generada por el COVID-19 le pasó factura a las guarderías de la Canaco-Servytur en Cozumel que han cerrado operaciones y dejado sin empleo a unas 80 personas que laboraban en los dos parvularios.

La información fue confirmada por Javier Villalobos Castañeda, presidente de ese gremio empresarial, quien puntualizó que tras la apertura de las guarderías al finalizar el confinamiento, el aforo alcanzó en el mejor de los casos un 30% de los 205 espacios disponibles para infantes. 

Los costos de operación se mantuvieron hasta que ya no fue posible seguir operando por lo que se decidió cerrarlas. Las estancias infantiles tenían aproximadamente dos décadas funcionando.

La tarde del miércoles comenzó a circular el rumor de que las dos guarderías cerrarìan sus puertas a partir de este 17 de diciembre, esto debió a falta de recursos para su funcionamiento.

Vía telefónica el presidente de la Cámara Nacional de Comercio, Servicios y Turismo (Canaco-Servytur), dio a conocer que tras una reunión con los representantes del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS), se llegó a la determinación de cerrar lo que considera un pilar de las familias cozumeleñas.

Agregó que la apertura en el color amarillo del semáforo epidemiológico del COVID-19 vigente en Quintana Roo, obliga a operar con solo el 60% de su capacidad , pero la demanda apenas alcanzó en sus mejores momentos la mitad del porcentaje permitido.

Durante todos los meses que han significado trabajar con las restricciones sanitarias, se mantuvieron al 100% los derechos laborales, pese a que el IMSS que supervisa las guarderías paga por niño atendido.

Desde la quincena anterior se presentaron ya los problemas para cubrir los sueldos de los trabajadores, lo que impidió el poder pagarles a tiempo al 20% de la plantilla y cubrir los gastos de operación diaria, informó. 

El abogado recalcó que el IMSS le ha apoyado de manera extraordinaria en esta situación, lo que ha sido un atenuante en el trance por el que se atraviesa pero que las guarderías no resisten la carga económica que demanda el mantenerlas operando. Es la decisión más difícil que me ha tocado tomar, concluyó.

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